Después de la explosión en la escuela de Moreno el sistema educativo se “declaró” en su conjunto en emergencia y vive momentos de «máxima tensión» más allá de que las autoridades se niegan a reconocerlo.
Con un paro contundente de las universidades y colegios pre universitarios después del receso de invierno, ese sector de la educación demostró que no les es posible funcionar bajo las condiciones actuales.
Por ese motivo, intentando monitorear la situación de todos los sectores, desde la Confederación General del Trabajo se recibió a 25 rectores de Universidades Públicas Nacionales en la sede central para reafirmar su preocupación ante la crítica situación por la que atraviesan los claustros producto del recorte presupuestario impuesto por el Gobierno Nacional.
En el encuentro se manifiestó la solidaridad y el apoyo a los Trabajadores de la Educación ya que el retraso en la definición de las paritarias cercena aún más el derecho a un salario digno que cada vez está más lejos de alcanzar la inflación anual.
