Este lunes, después de que el Parlamento israelí (Knéset) aprobara por ajustada mayoría una nueva etapa de la reforma judicial que impulsa el Primer ministro Benjamin Netanyahu, la Asociación Médica de Israel convocó a una huelga de 24 horas este martes. La histórica central obrera Histadrut, por su parte, anticipó la posible convocatoria a una nueva huelga general.
Durante la jornada de este lunes el Parlamento israelí aprobó una cláusula clave de la polémica reforma judicial de Netanyahu, que limita las posibilidades de que la Corte Suprema de Justicia revise y anule decisiones gubernamentales. La reforma fue aprobada por el voto de 64 diputados ortodoxos religiosos de la coalición de derecha (sobre 120 legisladores del organismo), ante el boicot opositor y la represión policial a miles de manifestantes que rodeaban la Knéset.
Las protestas contra esta reforma, que la oposición define no sólo como una restricción al Poder Judicial sino además como una estrategia del Primer ministro para bloquear el avance una serie de juicios por corrupción que se le están siguiendo, vienen conmocionando al país casi desde inicios del año, movilizando a decenas de miles de manifestantes en las principales ciudades y dando lugar incluso a una huelga general en el mes de febrero.
Tras la aprobación de la medida, Netanyahu la definió como “una etapa democrática necesaria” y añadió: “Esta etapa busca restaurar un equilibrio entre los poderes, de manera que el gobierno elegido pueda aplicar una política conforme a la voluntad de la mayoría de los ciudadanos”.
Ante este avance, los médicos pararán este martes, prestando sólo servicios de guardia y atendiendo a casos urgentes. Además, el presidente de la principal confederación sindical israelí Histadrut Arnon Bar-David anticipó que “de ser necesario, se convertirá en huelga general”. Y concluyó: “En los últimos días, he hecho todo lo posible para llegar a un compromiso en el que la mayoría de los israelíes están interesados. Las diferencias pudieron superarse, pero todos los intentos de llegar a un acuerdo fracasaron debido a las ambiciones políticas. En los próximos días llevaré a los máximos órganos de la Histadrut a considerar el tema de la declaración del estado de conflicto laboral y la preparación de una huelga general”.
