Según el más reciente informe del Indec, la utilización de la capacidad instalada de la industria volvió a caer, alcanzando el 61% en septiembre. Se trata de un retroceso de 7,8% en relación con el mismo mes del año pasado. El índice del Indec para septiembre implica un grave retroceso de 1,9% respecto del mes anterior.
El sector más golpeado por la recesión es el automotriz, que tiene el 55% de su capacidad instalada inmovilizada, lo que se ha reflejado en un constante proceso de despidos y suspensiones en las diversas empresas del área. Otros sectores, como el de caucho y plásticos, edición e impresión, industria textil y metalmecánica, están funcionando al 50% de su capacidad.
Los sectores industriales que mostraron índices de uso de su capacidad instalada por encima del promedio fueron los de industrias metálicas básicas (84,3%), refinación del petróleo (75,7%), insumos para la construcción (74,1%), papel y cartón (73,8%), productos del tabaco (66,5%) y sustancias y productos químicos (63,2%).
Otros sectores, que sin llegar a la preocupante situación de la industria automotriz, se ubicaron por debajo del promedio son los de productos alimenticios y bebidas (59,4%), productos de caucho y plástico (52,4%), edición e impresión (50,7%), productos textiles (49,1%)e industria metalmecánica (46,0%).
En términos interanuales, la industria textil fue la que mostró un mayor retroceso de su capacidad productiva, acumulando un retroceso de 28,1% en relación con 2017, gracias al freno en la fabricación de hilados de algodón, tejidos planos y de punto.
La consecuencia de este parate industrial en términos de empleo puede verse en el informe dado a conocer esta semana por el Centro de Economía Política Argentina ( CEPA) que contabiliza el despido y suspensión de 33.478 trabajadores industriales en lo que va del año.