Aunque hace algunos días había trascendido que el 1 de febrero iba a aplicarse un ajuste en el precio de los combustibles por pedido de los estacioneros, golpeados por el nuevo aumento del impuesto a los combustibles, este jueves el Gobierno nacional decidió postergar un mes más el congelamiento de las naftas y gasoils.
El decreto publicado en el Boletín Oficial, con las firmas de Alberto Fernández, el Jefe de Gabinete Santiago Cafiero y el ministro de Desarrollo Productivo Matías Kulfas extiende el congelamiento hasta el 29 de febrero, con la intención de eliminar temporalmente un fuerte componente inflacionario, en lo que constituye una de las principales peleas del Gobierno en la actualidad: el control de una inercia inflacionaria altísima, que el año pasado cerró con un incremento de precios del 53,8%.
El decreto también retrasa hasta marzo la actualización de los impuestos sobre los combustibles líquidos, para evitar el impacto en los costos de las petroleras y distribuidores de combustibles, con el objetivo de mantener los precios actuales en surtidores hasta fines de febrero.
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Durante el gobierno de Mauricio Macri, los combustibles fueron aumentados diez veces, acumulando un incremento de 41,8% hasta el congelamiento de septiembre, luego de la debacle electoral del oficialismo de entonces en las PASO. Con esa cifra, considerando la inflación de 2019 y la de que se sume este año, al momento del “descongelamiento” los combustibles tendrán un atraso de más de 15 puntos porcentuales.
La gestión de Cambiemos también fue responsable de una decisión polémica tomada por la Secretaría de Energía a cargo de Juan José Aranguren, que liberó completamente los precios de los combustibles, generando un fuerte aumento de los precios y una caída en el volumen de ventas.
Guillermo Lego, gerente de la Confederación de Entidades de Hidrocarburos (CECHA), reconoció que la extensión del congelamiento es “bueno para la gente” porque mantiene los precios pero afirmó que “es malo para el estacionero”. Luego añadió: “Una pauta del atraso del precio de la nafta fue la intención de YPF de aumentar un 5%, que frenó el presidente”, en referencia a la decisión de Alberto Fernández de bloquear en diciembre pasado un aumento que incluso había sido aprobado por el titular de YPF Guillermo Nielsen.
