Entidades empresariales criticaron medidas oficiales por incrementar la presión tributaria

Después del paquete de medidas cambiarias y tributarias anunciado por el ministro Sergio Massa en los últimos días, con modificaciones a la implementación del impuesto PAIS sobre las importaciones de bienes y servicios, la Unión Industrial Argentina (UIA), la Asociación Empresaria Argentina (AEA), el Foro de Convergencia Empresarial (FCE) y otras entidades empresariales manifestaron duras críticas a la decisión del Gobierno, afirmando que afectarán la actividad productiva y generarán mayores costos y una pérdida de competitividad exportadora.

Aunque todavía no se definió la reglamentación de las medidas, quedando aún pendiente la puntualización de las excepciones al impuesto PAIS, el empresariado reaccionó de manera casi unánime, cuestionando el anuncio. Desde la UIA sostuvieron, por ejemplo: “Los anuncios de estos últimos días, que esperamos sean de carácter transitorio producto de la escasez de divisas, afectarán la actividad, con fuerte impacto en las pymes, a partir de una mayor presión fiscal al sector productivo, mayores costos y pérdida de competitividad para la exportación”. Desde la entidad que preside Daniel Funes de Rioja añadieron: “Resulta fundamental evitar el sesgo antiexportador y las distorsiones de precios que generan estos esquemas que impactan aleatoriamente en las cadenas de valor”.

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El comunicado de la UIA también denuncia la “retroactividad” del tributo que entró en vigencia este lunes, ya que rige “para las operaciones que accedan al mercado libre de cambios y lo perciben los bancos al momento del pago, en pesos, es decir que aplica sobre importaciones pautadas con anterioridad, generando costos retroactivos que no tenían cobertura cambiaria, generando un quiebre en la cadena de pagos de los sectores afectados”.

En el mismo sentido, desde AEA criticaron la creación “discrecional” de nuevos impuestos, sin pasar por el Congreso de la Nación, en un contexto en el que “el sector formal de la economía soporta una presión fiscal altísima”, y denunciaron que las medidas “impactan sobre la competitividad de las exportaciones y generan costos retroactivos sobre importaciones ya pautadas”. Menos diplomático, el FCE afirmó que el paquete constituye “un nuevo bloque de cemento que se agrega al peso del Estado” y que “la creación de nuevos impuestos y el aumento de los ya existentes agrega un peso adicional a la carga tributaria que agobia desde hace tiempo a las empresas y a los ciudadanos”.