En la planta industrial de Agua Pesada hay 400 puestos de trabajo en riesgo

Los trabajadores de la Planta Industrial de Agua Pesada (PIAP) se encuentran ante la incertidumbre de qué ocurrirá con la empresa de Arroyito, en la provincia de Neuquén, que dejó de producir en mayo de 2017.

En ese sentido, hay un proyecto que solicita al Ejecutivo Provincial que brinde a la Legislatura información detallada sobre las gestiones realizadas por la provincia ante el Poder Ejecutivo Nacional tendientes a la reactivación de la planta que no funciona desde hace casi dos años y sobre el «plan ideado para dar solución a la problemática de las más de 400 familias trabajadoras de PIAP».

Ya hubo apoyo legislativo y varias reuniones en Buenos Aires con autoridades de la ENSI, la Comisión Nacional de Energía Atómica y la subsecretaria de Energía Nuclear, pero que no supieron los resultados de las mismas.

Lo que sí se anticipó es que «Se habló de que podría haber una reconversión de la planta para que pasemos a hacer fertilizantes y queremos saber si se avanzó» informó Pablo Sosa, delegado de los trabajadores.

A través de un decreto del gobierno provincial  el año pasado se habló de reactivar la planta y conservar las fuentes de trabajo pero aún los empleados no tienen certezas y el paso del tiempo genera mucha incertidumbre y temor a perder las fuentes de trabajo.