El plan de lucha por la reincorporación de despedidos de Télam continúa

En Asamblea se resolvió ratificar el plan de lucha que implica continuar acampando como lo vienen haciendo hace más de 10 días, hasta tanto se resuelva la situación de las cautelares que atañen a los compañeros despedidos de la agencia estatal de noticias en agosto del año pasado.

“Estar en el lugar donde se deciden las cosas es la mejor forma de lucha que hemos encontrado para lograr algunas reincorporaciones, así que continuamos por ese lado y estamos nuevamente frente a la Cámara de Apelaciones, siguiendo nuestros expedientes para intentar que vuelvan a la sala Nro 5 que es la que fue sorteada naturalmente”, confirmó a EDA, Esteban Giachero, Delegado de Télam.

Respecto al conflicto que viene de larga data, Giachero explicó que son 10 los expedientes en cuestión, de los cuales uno se resolvió favorablemente para los trabajadores en la sala Nro 5 por eso estamos peleando por los otros 9 para que permanezcan en el mismo ámbito y no se disgreguen, como pretende el Gobierno, para lograr sentencias favorables a sus intereses”.

Así estaremos ocupando de manera pacífica la puerta de la agencia y permaneceremos este jueves y este viernes, además de la semana que viene frente a la Cámara de Apelaciones para evitar fallos que signifiquen que más de 150 compañeros vuelvan a la calle”, confirmó el delegado gremial.

La Sala que fue sorteada “recibe presiones del Ejecutivo que han tenido efecto y por eso vemos la necesidad de movilizarnos para torcer esto” denunció Giachero.

En cuanto al funcionamiento y a la reincorporación de una parte de los compañeros, reconoció que fue muy dificultosa “se han restaurado todos los servicios -salvo la radio que la gestión ha decidido discontinuarlo- pero hay una situación permanente de destrato, negación de coberturas o dificultades en el trabajo diario”.

En ese sentido contó que “el directorio armó una redacción paralela en la que intentaron hacer un servicio que contaba sólo con 40 empleados jerárquicos -que se refugió en el CCK y luego en Tecnópolis-, pero que fue un intento que fracasó con la reincorporación”.

“La gestión busca dividirnos no sólo en cuestiones físicas y de organización. También cambia la localización del trabajo y hay una redacción paralela para tener un control más directo sobre todo en las áreas más sensible y así se ejerce una censura más directa y más explícita y hay un mayor nivel de control sobre los contenidos”, criticó.

Lo más insólito que describió el delegado es que “nos manejan por un sistema interno de chats, donde se nos dice las notas que podemos cubrir o no y se nos dan las indicaciones vía mensaje. Pero desde junio 2018  estamos sin jefe, no hay nadie personalmente que te de una orden. Lo hacen desde Tecnópolis o desde sus casas”.