Este jueves el Gobierno nacional reconoció que evalúa la creación de una Empresa Nacional de Alimentos como herramienta para luchar contra la disparada inflacionaria en los productos de primera necesidad. La portavoz presidencial Gabriela Cerruti explicó en conferencia de prensa que esta medida también hace parte de la estrategia oficial para “ayudar a los pequeños y medianos productores”.
Cerruti precisó que uno de los objetivos de esta herramienta sería “hacer más masivo” el camino por el cual las verduras y a hortalizas llegan de productores a consumidores de manera directa.
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“La inflación es un daño para la mesa de los argentinos y el Gobierno no evalúa en términos políticos aquello que representa un daño. La posibilidad de una Empresa Nacional de Alimentos que ayude a que los precios sean de alguna manera… ayudar a la productores pequeños y medianos, que ya existe muchísimo, hacer de esto un tema más masivo para que las verduras y hortalizas lleguen de manera más barata, sí, sin duda el Gobierno está empeñado en ver cómo ayudar a los pequeños y medianos productores”, explicó la funcionaria.
La propuesta de crear esta Empresa Nacional de Alimentos fue planteada por el director nacional de Políticas Integradoras del Ministerio de Desarrollo Social Rafael Klejzer, quien en simultáneo cuestionó los límites de programas como el de Precios Cuidados. “Una Empresa Nacional de Alimentos recupera para el Estado la potestad de la planificación”, afirmó el dirigente, quien también es uno de los principales referentes del Movimiento Popular La Dignidad.
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“A diferencia de lo que creen muchos en nuestro Gobierno, el Estado no tiene que ser buen cliente de los grandes, sino buen socio de los pequeños y medianos productores”, agregó. Y luego insistió en la importancia de esta herramienta, ya que con ella “empezás a discutir más allá del precio, sino que discutís soberanamente qué producto abaratás en la mesa de los argentinos”.
Klejzer remarcó que por medio de la ENA “será posible generar un precio de referencia en los productos de consumo masivo y ponerle freno a la avaricia de las empresas que entienden al alimento como una mercancía y no como un derecho social”. Y concluyó: “Normalmente el aumento de precios de los alimentos está por encima de la media inflacionaria, eso quiere decir que hay un ensañamiento con los hogares argentinos y una enorme transferencia de recursos de los sectores populares a los sectores concentrados de la economía”.
