El Gobierno decidió dar marcha atrás con un aumento del tributo a los combustibles líquidos (ICL) que incrementaría los precios de las naftas, en el marco de un año electoral y con Cambiemos perdiendo la batalla contra la inflación. Esta noticia será comunicada en el Boletín oficial a partir de este miércoles.
De este modo, la Casa Rosada busca que la recomposición de combustibles sea inferior al 3,5% que tenían pensado aumentar en promedio las petroleras. En Secretaría de Energía estiman que con esta determinación debería lograrse un ahorro de alrededor de un 1,5% de la suba. Es decir, el aumento implicaría la mitad de lo previsto inicialmente.
Una de las variables clave en la formación del precio de los combustibles es el impositivo. Entre ellos, existe el impuesto sobre los combustibles líquidos (ICL), que cada 90 días se actualiza de acuerdo a su componente inflacionario. Esto se produce independientemente de lo que suceda con otros factores como el valor del petróleo o el dólar.
Fuentes oficiales indicaron que se postergaría por el transcurso de un mes, en principio para el comienzo de julio, la suba de aquellos impuestos que se aplican a la venta de combustibles. Esta decisión reducirá el incremento del precio en los surtidores. Se espera que, además, la merma en el aumento de la nafta tenga un menor impacto en la inflación.
