La situación que atraviesa Alijor, con parálisis de producción y despidos, se cobró una víctima: se trató de Claudio Soto, un operario de 54 años, quien se enteró que fue despedido y falleció de un ataque al corazón. La compañía decidió guardar silencio ante este tema.
Cabe destacar que la crisis de esta empresa data de hace tiempo, producto del incremento de los costos fijos y caída de la actividad, pero se recrudeció en los últimos meses. Para que los números cierren, echó personal y quiso acordar con los trabajadores indemnizaciones en 12 pagos, algo que fue rechazado de plano y motivó protestas en la planta de Tortuguitas, provincia de Buenos Aires.
La firma reaccionó paralizando la producción y desalojando la fábrica, sin mediar diálogo alguno. Desde el sindicato de Trabajadores de la Alimentación, hablaron de una maniobra de lockout patronal e hicieron la denuncia ante la Secretaría de Trabajo. Pero la situación no se modificó y 250 empleados temen por su fuente laboral.
De acuerdo a lo que dijo Gustavo Salas, secretario de Organización del Sindicato de la Alimentación, se busca cuidar el trabajo en este conflicto pero no hay respuestas por parte de los dueños del emprendimiento: «Tomamos medidas de lucha para cuidar nuestros puestos de trabajo, sin recibir respuestas de la empresa y en asamblea decidimos hacer una toma pacifica para que nos escuchen y den respuestas. Desde el año pasado el dueño Benjamín Biderman, nos amenaza con cerrar si no aceptamos una rebaja de la paritaria y reducción de personal. Paga las quincenas con retraso y ahora sucede esto».
Alijor en problemas: se paralizó la producción y peligran 250 puestos de trabajo
Salas también señaló que «en los últimos años, perdimos más de 900 puestos de trabajo en nuestro sector. Los empresarios hacen lo que quieren, esto es una sangría, los trabajadores debemos frenarlos». Rodolfo Daer, referente del sindicato de Alimentación, declaró que «la situación de Alijor es que en forma intempestiva el dueño del establecimiento despidió trabajadores, en principio no quería pagar indemnización, después se acordaron los pagos y en el ministerio de Trabajo se dijo que se iban a pagar en 12 cuotas».
A su vez, el dirigente mencionó que «declaramos el estado de asamblea permanente dentro de la fábrica, estuve en la asamblea con todos los compañeros y decidimos retirarnos del establecimiento pero reclamando el mantenimiento de los puestos de trabajo. No puede ser que en esta crisis las patronales descarguen su furia en los trabajadores. Fue un loockaut patronal».