En la capital de la provincia, sobrevuelan los nombres que podrían encabezar las listas legislativas. La de senadores es una de las más codiciadas y el nombre del sindicalista, Omar Plaini, secretario general de Canillitas, se imponía desde la capital federal para encabezar la lista de la Cámara Alta, pero los gremios locales lo resisten.
En la ciudad de las diagonales, el nombre de Mario Oporto gana fuerza como la salida para evitar un conflicto dentro del peronismo platense en la renovación de las tres bancas que se renuevan en el Senado: Gabriel Monzó, Lautaro Allan y Pilar Ayllón, y que el peronismo pretende recuperar.
Esta ilusión va de la mano de las encuestas en la Capital bonaerense que muestran una caída de Mauricio Macri y un repunte del peronismo, que en las últimas elecciones no alcanzó el piso de 33 puntos para disputar al menos una banca y las tres quedaron en manos del oficialismo.
Pero dirimir quienes serán los candidatos que puedan cosechar más votos y a qué sectores representen no es tarea fácil. El problema está enfocado ahora en la lista de candidatos. Omar Plaini se mudó a La Plata hace dos años y comenzó con una construcción territorial que le da algún capital político para esa aspiración.
Los gremios con raigambre en la región capital se resisten, tildan al líder de Canillitas de «paracaídista» y proponen el nombre de Pedro Borgini, titular de ATSA, presidente del Concejo Deliberante en gobierno de Pablo Bruera.
No obstante eso, aparece aún con mejor perfil para el votante platense la figura de Mario Oporto, ex Diputado y nacional y ex Director General de Cultura y Educación, por ser un hombre culto, mesurado y de diálogo, candidato que por estas horas los gremios también analizan con detenimiento.