Carrefour en el marco del regreso de San Lorenzo a Boedo y a través de su CEO local, Rami Baitieh, les comunicó personalmente a sus trabajadores que el local dejará de funcionar el 5 de mayo y que despedirán a los 170 trabajadores, pese a que una ley que sancionó la Legislatura porteña, que le otorga los terrenos al conjunto azulgrana, indica que la firma de origen francés está obligada a reubicar a sus empleados.
La empresa les propuso un plazo hasta el 10 de mayo para sumarse a un retiro voluntario y cobrar la indemnización que marca la ley más un plus de 75%. Además, cobrarán completo todo el mes de mayo, aunque no lo trabajen. Además, ofrecieron mantener los servicios de obra social hasta fin de año para todos los empleados y contemplarán situaciones personales en casos de enfermedades o embarazos.
“Tenemos que devolver terrenos antes del primero de junio. Intentamos encontrar una solución pero no se logró y Carrefour tiene la obligación por la ley de devolver terreno”, les dijo Baitieh. “No es una decisión que ustedes tomaron ni es una decisión que yo tomé. A mi me cuesta mucho cerrar una tienda, mi trabajo es abrir tiendas y crear puestos de trabajo. Ahora estamos en una situación donde no tenemos otra opción», añadió.
Luego, el ejecutivo estableció que «Carrefour es una empresa que respeta todas las leyes, es una empresa que paga los impuestos, es una empresa que desde ha estado en el país desde 1982”. “Yo negocié directamente con nuestro grupo en Francia condiciones extraordinarias por la situación especial que atraviesa el país”, les explicó, haciendo referencia a la enorme perdida de ventas que tuvieron los hipermercados en los últimos años, que llevaron a finalizar emprendimientos como los Carrefour express. De hecho, la empresa pidió un Plan Preventivo de Crisis que no prosperó.