Crisis: Tres de cada diez chicos viven hacinados

En la Argentina, sobre todo en los barrios más carenciados, el hacinamiento de familias es corriente y quienes pagan son los chicos: de acuerdo a datos del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec), tres de cada diez chicos viven hacinados.

Esto evidencia, por un lado, la crisis económica que padece buena parte de la sociedad que es pobre, según el INDEC. Pero por otro la carencia de una política habitacional, tal como expresa Gabriel Lanfranchi, arquitecto y director de Ciudades de Cippec: «El hacinamiento es una de las maneras en que se manifiesta la falta de suelo urbano, es decir, con infraestructura y servicios básicos».

«En nuestro país el déficit habitacional es de 3,5 millones de viviendas, de las cuales 2,2 millones son viviendas deficitarias y 1,3 millones exhiben algún nivel de hacinamiento», expresó. No es casualidad, entonces, que varios de los candidatos de la oposición en la Ciudad de Buenos se hagan eco del problema y levanten propuestas en torno a la vivienda para los porteños y porteñas y en pos de acelerar la urbanización de villas.

El hacinamiento «es una característica más en un contexto de múltiples vulnerabilidades, como la pobreza monetaria o los problemas de saneamiento (si en los hogares hay baño con inodoro y descarga o acceso al agua potable)», señalaron desde la entidad. Para paliar el problema, son por lo menos 1,5 millones de viviendas que habría que construir en el mediano plazo.

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Sin embargo, en el Presupuesto 2019 que elaboró el Gobierno nacional hay un claro recorte en el rubro «Vivienda y Urbanismo», del ahora Ministerio del Interior, Obras Públicas y Vivienda que redujo un 44,3% nominal los fondos del área con respecto al año pasado, de 46.355 millones a 25.800 millones de pesos, sin contar el 47,6% de inflación interanual.

Esta problemática también es reflejada por el Barómetro de la Deuda Social de la Infancia, que elabora el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA y que señala que el 23,4% de los niños, niñas y adolescentes de hasta 17 años viven en condiciones de hacinamiento en las regiones urbanas de la Argentina. En 2015 había sido de 18,9%. La cifra trepa al 30% en la provincia de Buenos Aires.