Al igual que las automotrices, que ante la falta de trabajo licenciaron a su personal, en Arcor decidieron adelantar las vacaciones de sus operarios por dos semanas por el alto sobre stock que existe. La empresa argumentó que, con este medida, pretende evitar despidos en medio de la grave crisis económica.
Los trabajadores afectados por esta medida son 1700 de las plantas de la provincia de Córdoba; Villa Mercedes, en San Luis; y Salto, en Buenos Aires. La firma es optimista y planea vender en los próximos 15 días el sobre stock que posee y comenzar a trabajar nuevamente.
Cada vez son más las automotrices que paralizan su producción y suspenden personal
En otras ramas de su producción, Arcor aplicó sendas suspensiones, como sucedió en su planta de pasta de tomate y conservas de Choele Choele, Río Negro, «seriamente afectada por la crisis» como explicó la firma. Miguel Benavente, delegado del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (STIA) de denunció que en medio de este proceso se ajustó personal en el establecimiento de San Luis: “Ya son cinco las líneas que se dieron de baja. El cierre impactó en la línea de chupetines y chocolates. La línea Bon o Bon, que era la más fuerte que teníamos, la llevaron a Angola. Hay otras que las llevaron a otras fábricas del país. Tuvimos una semana obligada de vacaciones, ahí despidieron trabajadores. Se llevan equipamiento a otras fábricas, estamos notando un vaciamiento».
De acuerdo al gremio, la planta de San Luis supo emplear a 700 personas, que bajaron a 500 hace dos años. La plantilla ahora está en 300 trabajadores y hay temor de que se siga ajustado al personal en momentos en los que la recesión se impone.