Según datos oficiales, las ventas de automotores del mes de febrero confirman que la crisis del sector sigue profundizándose. A pesar de que faltan unos días para terminar el mes, las proyecciones indican que sería un febrero con una caída interanual de cerca del 44%, para redondear el peor primer bimestre desde 2005.
Con suerte se llegarán a vender unas 40.000 unidades, contra los 69.600 vehículos patentados el mismo mes del año pasado. Así, el primer bimestre, que suele ser el punto más alto del año, no superaría las 100.000 unidades vendidas, contra casi el doble del mismo período de 2018. Las explicaciones pasan por la crisis general de la economía nacional y la devaluación que generó un aumento de los precios automotores de más del 70%, sumado a un constante incremento de las tasas de interés que complican los planes de financiación.
Más allá de un inicio esperanzador de 2018, donde el sector incluso se entusiasmó con un récord de ventas que superara el millón de vehículos, la crisis cambiaria de abril y sus desarrollos posteriores terminaron por configurar uno de los peores años de la última década para las automotrices, con una caída de los patentamientos del 11% respecto de 2017 (803.000 unidades).
Javier Cao, experto en el mercado automotor de la consultora Abeceb, destaca uno de los factores principales para el desplome de las ventas: “Los precios de los autos están mayormente dolarizados. Esto generó que la fuerte corrección cambiaria impactara en los valores de los 0Km, que se movieron bastante por encima de la inflación”. Así, los precios de los diez autos más vendidos en el mercado interno acumularon aumentos de 75% en promedio, mientras que los salarios subieron apenas un 30%, marcando así una brecha difícil de saltar.
El analista destaca que el otro factor clave para la dramática situación es la política de tasas altísimas fijada por el Banco Central: “Todavía está en niveles muy elevados y esto afecta a todos los sectores de bienes durables, como son los autos o los electrodomésticos”. Como muestra de ello, durante 2018 la cantidad de operaciones concretadas con créditos se desplomó un en promedio 15% (la cifra se elevó a cerca del 40% a partir de septiembre del año pasado).
El cóctel explosivo se completa con un altísimo nivel de stock de todas las automotrices, que ha planteado un escenario de múltiples suspensiones y despidos en el sector, por tener las playas abarrotadas de vehículos que no encuentran colocación en el mercado interno. Según algunos estudios, el volumen de autos ya producidos bastaría para abastecer al mercado por más de dos meses.
Desde la Abeceb anticipan un escenario que no cambiará substancialmente en 2019: “En el corto plazo no prevemos una mejora. Las tasas de caída van a ir desacelerándose pero no por una recuperación del mercado, sino porque comenzaremos a comparar los datos de 2019 con los peores registros de 2018”. Según la consultora, recién en 2021 se podría volver al nivel de ventas del año pasado.