Los ex trabajadores de planta y del área técnica del laboratorio nacional Craveri que recibieron el pasado viernes los telegramas de despido a partir del lunes 1º de abril permanecen en estado de alerta y movilización en el intento de no perder su fuente laboral.
Según se supo, las posiciones responden fundamentalmente a sus unidades de manufactura de la calle Arengreen, a su planta de hormonales de Villa del Parque; y al sector de administrativos.
El recorte, de acuerdo a la información obtenida, está atada al nuevo esquema que impuso el PAMI para adquirir medicamentos y también a la devaluación de la moneda local, entre otros factores.
Entre esos otros factores, el dueño, Juan Craveri acusó al gobierno directamente: «Desde que empezó este Gobierno nos puso en la mira y nos ha tomado como enemigos. Mario Quintana, ex vicejefe de Gabinete, tiene un encono con la industria porque no pudo expandir a Farmacity» disparó.
La empresa ya vendió el año pasado su producto estrella Tetralgin al grupo Roemmers. Sin embargo esto no resultó suficiente para resolver su desfasaje financiero. A pesar de ello la familia Craveri no estaría dispuesta a vender la compañía, a pesar de los múltiples rumores que circulan en el mercado.
Los problemas de Craveri no son nuevos y ya en el 2018 se realizaron varias maniobras para continuar funcionando. Esto no fue suficiente para paliar la crisis y de hecho denuncian que llevan “más de 12 meses cobrando los salarios en 3 cuotas”.
Ante el creciente deterioro de la actividad, la empresa determinó ahora reducir su staff. En julio, la firma había abierto un procedimiento preventivo de crisis –PPC– , ante Trabajo de Nación, proceso que resultó adverso. También se ofrecieron retiros voluntarios pero no fueron aceptados por los empleados que ahora están terminando su ciclo y reclaman su reincorporación.
