La Justicia laboral determinó que la filial de una empresa estadounidense que se retiró del país en 2001 sin pagar las indemnizaciones correspondientes a sus trabajadores y que retornó años más tarde con otro nombre deberá hacerse cargo de los pagos adeudados hace 20 años.
La empresa CW Comunicaciones, una editorial especializada en publicaciones técnicas, eventos y páginas webs sobre tecnologías de la información, cerró sus oficinas en 2001 y despidió a todo su personal a inicios de 2002 sin pagar las indemnizaciones correspondientes. Luego esta filial de la empresa estadounidense International Data Group retornó al país con el nombre de IDC Argentina S.A., sin hacerse cargo de aquellas deudas.
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Pero hace pocos días las Salas I y II de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo (por las causas “Mena” y “Goffan”), en base a constancias web y transferencias bancarias, confirmaron el entramado societario y condenaron a al grupo estadounidense y a su presidente Patrick McGovern a responder en forma solidaria por el pago de aquellas indemnizaciones por despido no efectuadas hace 20 años.
IDC Argentina había rechazado en sede judicial la pertenencia al grupo norteamericano para no hacerse cargo de los pagos, pero los jueces de Cámara pudieron determinar sus vínculos con el grupo empresario estadounidense y extender su responsabilidad. Los camaristas afirmaron que “existen constancias que persuaden suficientemente acerca de la existencia de un conjunto económico entre las condenadas en ese expediente e IDC Argentina S.A. Así, no puede pasarse por alto que fue Data Group Inc. quien solventó los créditos diferidos a condena respecto de IDC Argentina S.A. en otra causa a través de órdenes de pago girados desde el extranjero”.
Luego añadieron, que además “IDC Argentina aparece en la web de International Data Group (www.idg.com) como base o contacto de esta en el país, circunstancia que también denota el control al que se al que se aludió en el escrito”.
Para el abogado laboralista Nicolás Schick, cuyo estudio llevó las demandas de los trabajadores despedidos, el grupo empresarial (que edita en el mundo más de 290 publicaciones sobre computación en más de 80 países) “había intentado infracapitalizar y lograr la insolvencia de la firma argentina para sortear su responsabilidad por las obligaciones laborales”, por lo que “estos fallos son un precedente importantísimo que cimenta y refuerza los antecedentes de la Corte Suprema de Justicia al responsabilizar de modo personal a los socios y firmas controlantes que con el objeto de eludir sus responsabilidades emplean de manera abusiva la constitución de las sociedades locales”.
