En un momento donde el gobierno no se adjudica ninguna buena noticia en el campo de lo productivo laboral, sí puede adjudicarse una victoria en lo social, luego de haberse aprobado en el Senado, la Ley de Integración Urbana que permitirá avanzar con la expropiación de Tierras para dar la titularidad de las viviendas familiares que fueron censadas exhaustivamente en más de 4300 barrios humildes por los Movimientos Sociales.
Esas casi 850.000 familias que reúnen alrededor de 3,5 millones de habitantes en condiciones muy precarias dieron un paso hacia el tan deseado acceso a las cloacas, al agua, al gas, la luz o al transporte público, pero no alcanza llegar hasta ahí.
“Esta Ley de Expropiación de Tierras que permite realizar obras de infraestructura para mejorar la vida de tantos vecinos es una cáscara vacía si a la hora de votar el Presupuesto, no hay partidas que se dirijan a tal fin”, pronosticó Gildo Onorato, de CTEP en el programa La Gota, por Radio Argentina.
“Será clave ver qué presupuesto se adjudica para poder llevar adelante la ley, porque para hacerlo efectivo hay que comprar el 60 por ciento de la tierra que es privada y además se necesitan partidas para las obras de infraestructura que hacen a la integración de esas tierras”, remarcó el referente de los Movimientos Sociales que vienen trabajando en esta iniciativa de reciente tratamiento parlamentario.
Onorato especificó que tal cómo está hoy, “es sólo un escalón, es la aprobación de una ley sin reglamentar, que no resuelve los problemas estructurales, pero por lo menos permite alcanzar un grado de institucionalización que los más humildes no tenían y pone el tema en la agenda pública”.
“El Estado tiene que proteger a todos pero debe comenzar por los más humildes. La ley ya contempla el cese de los desalojos en estos 4300 barrios por cuatro años. El problema es que hay cada vez más pobreza y más problemas integrales. Con lo cual vamos a tener muchísimo trabajo y una gran pelea por los fondos para continuar avanzando en este proyecto frente al que el gobierno tuvo que ceder”, concluyó.