Metalpar, la fábrica de carrocerías para colectivos más grande del país, confirmó su cierre este miércoles, lo que trae aparejado el despido de más de 600 empleados de la empresa, entre operarios y personal de limpieza, seguridad, comedor y mantenimiento. Se informó que se pagarán las indemnizaciones correspondientes.
La empresa estaba en manos de una asociación entre la chilena Metalúrgica Paredes y la brasileña Marcopolo. En su planta de Loma Hermosa producían se producían hasta 12 carrocerías diarias para colectivos urbanos pero no pudo superar la crisis derivada del freno a la renovación de unidades de las empresas de transporte, derivado de las altísimas tasas de interés que tornaban imposible los planes de adquisición de nuevos colectivos financiados.
En el sector transporte es clave la posibilidad de acceder a planes de financiación para la renovación de las flotas, ya que los ingresos son diarios y dependen de la cantidad de pasajeros transportados. Además de la dramática pérdida de cientos de puestos de trabajo, la grave situación económica repercutirá a corto o mediano plazo en el constante deterioro de las unidades circulantes, con el consecuente riesgo para los usuarios.
Según trascendió, los dueños de la empresa estarían evaluando continuar con una producción mucho más reducida en una planta más pequeña. La firma ya había reducido personal el año pasado y solicitado al Gobierno nacional medidas para su reactivación. El grupo empresario también posee Metalsur, con sede en Villa Gobernador Gálvez, que se especializa en carrocerías para colectivos de larga distancia y que también presentó serios problemas productivos durante 2018.