Cereales 3 Arroyos paralizó la producción y adeuda dos quincenas

Cereales 3 Arroyos, de la ciudad de Pilar, se encuentra virtualmente paralizada hace dos meses y adeuda dos quincenas a sus más de 300 trabajadores. Ahora la compañía suspendió la producción en varias de sus plantas y crece la incertidumbre sobre el futuro de los puestos de trabajo.

Desde la empresa se argumenta que la devaluación y la crisis financiera la dejó sin acceso al crédito necesario para continuar con la producción, aunque todavía hay stock de productos como para continuar vendiendo y saldar parte de los salarios. En sus tres plantas la empresa emplea algo más de 350 trabajadores, 140 de los cuales se encuentran bajo el convenio del Sindicato de Trabajadores de Industrias de la Alimentación (STIA).

Juan D´Annunzio, referente del STIA, definió a la situación como “agobiante”. El jueves pasado se llevó adelante una reunión en la cartera laboral bonaerense con la presencia del viceministro Jorge Barreiro, el dueño de la empresa, los dos diputados provinciales de Tres Arroyos (Rocío Antinori de Cambiemos y Pablo Garate del Frente Renovador) y representantes gremiales.

El Ministerio de Trabajo bonaerense confirmó gestiones ante la Secretaría de Trabajo a nivel nacional para conseguir el aporte de Programas Repro que permitan cumplir con el pago de los salarios caídos, aunque todavía no hay confirmación oficial al respecto.

D´Annunzio consideró insatisfactoria la reunión ya que “no se pudo lograr nada, solo se iniciaron gestiones por los REPRO, que es muy factible que los den, pero nada más porque dicen que la provincia no tiene recursos”. Y añadió: “Con lo único que nos encontramos es con más incertidumbre porque sólo ofrecen como herramientas suspensiones o vacaciones, nada más. Salir de vacaciones o la suspensión no son opciones favorables para los trabajadores porque sabemos que con esto no se reactiva la planta tampoco”.

La empresa 3 Arroyos SA, abocada a la producción de cereales para desayuno y avena arroyada, cuenta con dos plantas en la localidad de Tres Arroyos y una en Pilar, y desde hace unos dos meses no produce nada ya que se quedó sin insumos y sin acceso a créditos para renovarlos. “Necesitamos una inyección de dinero, llámese inversores o créditos para poner la rueda en marcha”, concluyó el representante del STIA.