Gracias a las gestiones gremiales de la Unión de Trabajadores de la Industria del Calzado (UTICRA), en las últimas horas el grupo brasileño del sector calzado Dass se comprometió ante el Ministerio de Trabajo a frenar los despidos hasta el 30 de noviembre. En los últimos meses se concretaron decenas de despidos bajo la excusa empresarial de la dificultad para acceder a los insumos importados derivadas de las políticas nacionales por las restricciones en el Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA).
La empresa, que en su planta fabrica modelos de zapatillas deportivas de marcas como Nike, Umbro y Fila, había cesanteado desde el pasado 29 de septiembre a 70 trabajadores de la empresa de su planta en la localidad misionera de El Dorado (el grupo tiene otra planta en Coronel Suárez, provincia de Buenos Aires).
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En una negociación por teleconferencia, la empresa “se comprometió a no realizar desvinculaciones ni retiros voluntarios hasta el 30 de noviembre”. El acta del acuerdo añade que “en caso que eventualmente exista un trabajador que quiera acceder al retiro voluntario, el mismo se hará efectivo, luego y únicamente en caso que haya habido previa intervención del gremio a través del cuerpo de delegados”.
Desde la empresa argumentan que “era necesaria esa reestructuración para adaptarse al abastecimiento actual y poder mantener la fuente de trabajo de las 500 familias que hoy dependen de Dass en El Dorado”. En respuesta, el gremio encabezado por Agustín Amicone exigió que se incorporen a las gestiones para la resolución del conflicto el ministerio de Producción, la Secretaria de Industria y el área de Administración de Comercio Exterior “que tienen directa intervención en la situación que atraviesa Dass”.
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El escenario también se modificó luego de que en los últimos días la Cámara de Diputados le diera media sanción al proyecto para crear un “Régimen sectorial de la industria del Calzado”, nuevo esquema para darle previsibilidad al mercado nacional, reducir en 10 años la importación de calzado a un 12,5% y bajar el ingreso de partes producidas en el exterior a un 50%. La iniciativa legislativa busca transformar la matriz del sector, para acelerar el desarrollo de bienes que actualmente la industria debe importar y cuidar los puestos de trabajo locales.
