Según datos de la Encuesta Nacional Continua (Continuous Pnad), el número de trabajadores empleados sin contrato formal y sin Registro Nacional de Entidades Legales (CNPJ) alcanzó un récord histórico en trimestre junio-agosto, representando el 87,1% de las nuevas contrataciones. Estos datos confirman la tendencia del mercado laboral bajo el gobierno conservador de Jair Bolsonaro, que incluso apuesta a seguir avanzando en medidas de flexibilización del trabajo.
De acuerdo al informe presentado en el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), se registraron más de 411.000 empleados sin contrato formal (a lo que hay que sumar otras 101.000 trabajadoras domésticas en la misma condición), además de 110.000 trabajadores por su cuenta sin CNPJ y 33.000 trabajadores familiares (personas que ayudan a otros miembros de la familia sin recibir paga). Con los datos de este trimestre, la tasa de informalidad general llegó al 41,4% (38.763 millones de personas), aumentando un 0,4% respecto del trimestre anterior.
Adriana Beringuy, analista del IBGE, explicó: “La informalidad crece porque no hay generación de cartera. Incluso las actividades que generalmente generan vacantes de empleo, como la industria, no se han contratado formalmente”. Los datos registrados son los más altos desde el inicio de la serie, en 2012.
Los datos del IBGE también confirmó la existencia de 4,7 millones de trabajadores “desalentados” en el trimestre, es decir, mayores de 14 años sin empleo ni búsquedas activas en curso, pero que tomarían un trabajo si alguien se lo ofreciera, que dejaron de buscar trabajo porque creen que no podrán conseguirlo. En conjunto, Brasil tiene 27,7 millones de trabajadores subutilizados (desempleados, subempleados y desalentados), lo que implica un aumento de 1,5% en términos interanuales. Esta cifra equivale al 24,3% de la fuerza laboral expandida del país.
