APTA alerta contra una “embestida neoliberal” que buscará “hacer desaparecer o malvender” Aerolíneas

El titular de la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (APTA) Ricardo Cirielli alertó sobre el peligro de una futura “embestida neoliberal” que tiene entre sus objetivos a Aerolíneas Argentinas, buscando reprivatizarla o “hacerla desaparecer”. El dirigente también cuestionó a las aerolíneas Low Cost, que “compiten deslealmente mediante el dumping” y construyen “simulacros” de gremios “dirigidos por empresarios o por funcionarios que responden a ellos”.

Cirielli realizó estas consideraciones en el marco de un texto que difundió en ocasión de haberse cumplido los 60 años de la fundación del gremio, el 11 de enero de 1963. En ese contexto propuso algunos elementos de balance de ese período, remarcando que los fines de APTA “se cumplieron con creces, no solo respecto de la jerarquización de nuestra profesión, la incorporación permanente de derechos laborales y las constantes mejoras salariales; sino, sobre todo, preservando e incrementando nuestros puestos de trabajo”.

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El dirigente también enfatizó que esto se pudo lograr “dando extensas y encarnizadas luchas gremiales, principalmente en los últimos 30 años, contra poderes internos y externos que ejecutaron depredadoras políticas neoliberales, antinacionales y antiindustriales, que pretendían eliminar nuestras fuentes de trabajo aerocomerciales y aeronáuticas, suprimiendo competidores en beneficio de empresas extranjeras”, un objetivo que no pudieron conseguir “por la férrea oposición y defensa ejercida por APTA”. En este sentido, destacó que fue gracias a ese compromiso que se logró salvar a Aerolíneas Argentinas, Austral, FAdeA, y numerosos aerotalleres.

En relación con las aerolíneas low cost, afirmó que desde el gremio siempre valoraron la creación de nuevos puestos de trabajo, pero aclaró que esto es “siempre y cuando cumplan con nuestra legislación laboral y de seguridad aérea, no precaricen nuestras condiciones laborales, no devalúen nuestros niveles salariales, ni compitan deslealmente mediante el dumping, como hacen las Low Cost”. Luego agregó que son “especialmente bienvenidas” las empresas que instalen hangares y talleres en el país y consideró “inaceptable” que conformen gremios “amarillistas o patronales por empresa”, a los que definió como “simulacro de gremios, dirigidos por empresarios o por funcionarios que responden a ellos”.

Cirielli también anticipó que en en el futuro inmediato “deberemos enfrentar una embestida neoliberal más furibunda que en los ’90” que, como en ese entonces, buscará “la desaparición de todas las empresas aerocomerciales y aeronáuticas argentinas”. Y agregó: “Nuestro neoliberalismo no es nacionalista y xenófobo (anti extranjero, en lo económico y cultural) como sucede en el hemisferio norte. Nuestro neoliberalismo y nuestros neoliberales, son xenófilos (pro extranjeros, en lo económico y cultural y antinacionales). Para ellos, el único capitalismo y empresas decentes y aceptables, son las extranjeras. Las empresas nacionales (privadas, públicas o mixtas), sus trabajadores y sindicatos, son perniciosos y descartables”.

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En particular, respecto de la aerolínea de bandera afirmó que es una de las “presas” contra las que apunta este sector “”para hacerla desaparecer o mal vender, como hicieron con el Menem-Cavallo”, con el objetivo de eliminarlas “para entregarle todo el mercado aerocomercial argentino, interno y externo, a aéreas extranjeras, afines a los nuevos poderes nacionales”. “Sería otro crimen de un Estado enemigo, contra la Argentina”, afirmó.

“Cualquier político o economista que pretende sacar patente de erudito y hacer demagogia barata, da como primera medida de su plan de gobierno: cerrar Aerolíneas. Su eliminación es la solución a todos los problemas de nuestro país, como ha relatado a través de los años el ex presidente Macri. El último disparate que afirmó, es que con su desaparición, “se podría erradicar el narcotráfico”, agregó Cirielli.

El gremialista recordó que Macri como su ministro de Transporte Guillermo Dietrich “despidieron a Isela Costantini, una brillante CEO como ellos nunca fueron, que en 11 meses redujo a la mitad el déficit de Aerolíneas, sin conflictos gremiales y siendo venerada por sus empleados y empleadas”, porque la empresaria “defendía los derechos e intereses de la Empresa que dirigía”. Luego explicó: “Para quebrar una compañía, no hace falta un doctorado en Harvard, cualquier funcionario de cuarta lo puede hacer. El reto de un auténtico e idóneo estadista, es administrar Aerolíneas Argentinas para que, de mínima no de déficit y de máxima, dé ganancias”.

Finalmente, en relación con la actual conducción de la empresa, planteó que “debe acelerar la puesta en marcha de su Plan de Negocios, para aumentar activamente los ingresos empresariales”, así como también comenzar a operar con Aerolíneas Cargo, para transportar carga general dentro y fuera del país” y así también alcanzar el “punto de equilibrio económico-financiero de Aerolíneas Argentinas”.

Y concluyó; “La actividad aerocomercial y aeronáutica argentina, nuestro Sindicato y nuestros trabajos se hallan en el momento más crucial y complicado de nuestra historia: O se sobrevive y avanza, o se fracasar y sucumbe. Así de claro y dramático. Ese es nuestro real e impostergable desafío”.