La firma Penny, dedicada a la fabricación de tractores, decidió recortar turnos ante la dramática caída de ventas que padece. El presidente de la empresa, Raúl Livra, así lo relató: «Estamos haciendo malabarismos para sostener la actividad; hemos hecho todo el esfuerzo en estos meses, incluso tomando créditos, pero no levanta».
La situación que atraviesa Penny es tan compleja que no se descartan despedidos. Por lo pronto, ya se acercó a la Secretaría de Trabajo para realizar de manera formal el trámite para recortar días laborales. «Somos el fruto de una firma que cerró y sabemos lo que son los problemas, queremos encontrar una salida y confiamos en que la muy buena cosecha sea acompañada por tasas -no digo baratas- sino razonables», dijo el titular.
Por otro lado, afirmó que la crisis en sus balances comenzó a sentirse en abril del año pasado pero trataron de redoblar esfuerzos, con la esperanza de que «cambie el panorama», cosa que no sucedió: «No sólo no se modificó sino que empeoró. Lo peor es la falta de financiación; las necesidades están, pero nadie compra un bien de capital de contado, el que hace una operación es porque está urgido», explicó Livra.