Según trascendió desde el mismo Gobierno, analizan por éstas horas una propuesta gremial que consiste en integrar en cada una de las empresas privadas, un comité de salud para analizar la vuelta a la actividad una vez concluido el asilamiento obligatorio.
Esto responde a una iniciativa de la Central de Trabajadores (CTA), sector desde el que insisten en tener representantes gremiales atentos a las condiciones de trabajo y que, en caso de incumplimiento en los protocolos, puedan poner en aviso la situación para que se tomen las medidas necesarias.
Una nueva reunión éste lunes entre referentes de la central que encabeza Hugo Yasky, con Santiago Cafiero, el jefe de Gabinete nacional, hizo pensar que hay cierto interés y que la cuestión puede avanzar más rápido de lo pensado.
El propósito de estos comités de salud es “minimizar riesgos, reducir los focos de contagio y garantizar la salud en el trabajo” y para ello, los sindicalistas documentaron, de manera de darle un enfoque institucional a la cuestión, “los mecanismos y las normas de prevención, además de las denuncias frente a posibles riesgos”.
Así, la razón de ser del comité será: “evaluar, determinar, establecer y regular las medidas de prevención y protección”, en cuanto al cumplimiento de la indumentaria, los equipos de desinfección, el distanciamiento social y otro sinfín de medidas que incluye cada protocolo en particular de acuerdo a la actividad.
Pero no están hablando de una opción sino de establecer con “carácter obligatoria la participación de los trabajadores y sus representantes sindicales en el ámbito de la empresa con el objeto de ejercer funciones de cuidado de la salud y seguridad en el trabajo”, señala la iniciativa, y propone que los comités a organizar “se constituirán con un representante de los trabajadores de la empresa o establecimiento y un representante del empleador”.
La pandemia exige nuevos debates y el replanteo del “formato laboral” en todas sus expresiones, con lo cual si bien es incipiente el proyecto, ya tuvo algún grado de avance anteriormente.
«La Argentina es uno de los pocos países que no tienen Comités de Higiene y Seguridad en los lugares de trabajo, excepto en algunos gremios que lo tienen por convenio colectivo, salvo en Buenos Aires y en Santa Fé, que sí lo legislaron», confirmó a Estado de Alerta, Roberto Pianelli, el titular de Metrodelagos, que formó parte de la comitiva de CTA que le entregó el proyecto al mismo presidente Alberto Fernández.
La idea es monitorear en forma constante las condiciones de sanidad y el cumplimiento de la larga lista de requisitos que hoy demanda la vuelta a las tareas. La operatoria parece sencilla y de fácil aplicación si no se descontara la resistencia por parte de las empresas.
Las empresas aún no terminan de digerir los dichos de la diputada Fernanda Vallejos sobre la posibilidad de que el Estado comience a tener participación en aquellas empresas que asistió, y en un abrir y cerrar de ojos, según cuenta un integrante de la UIA, ya tienen otro tema que les resultará por lo menos «incómodo”, pero que está pensado desde el sindicalismo para resguardar a los trabajadores en tiempos adversos para el plano laboral, donde solos no podrán pelear contra los salarios a la baja, las suspensiones y las nuevas y malas condiciones de trabajo.