Alejandra González, secretaria Laboral del Sindicato de los Empleados de las Administradoras de Edificios (SEARA) se transformará en la primera mujer trans encargada de negociar una paritaria nacional.
Aunque la Ley de Cupo Femenino Sindical establece un mínimo obligatorio de 30% de mujeres para los cargos electivos y representativos de las organizaciones gremiales, lo mismo que en las comisiones negociadoras, lo cierto es que la normativa no se cumple y apenas el 18% de las secretarías, subsecretarías o prosecretarías de los gremios son ocupados por mujeres (además, en el 74% de los casos se trata de carteras como igualdad, género o servicios sociales).
En el marco de una reciente entrevista, González recordó que se acercó a la actividad gremial luego de una convocatoria de la secretaria General del SEARA Gabriela Saldivia, a quien conoce hace muchos años. También reconoció que en el proceso de involucramiento en el trabajo gremial sufrió “momentos o situaciones de discriminación”, no en el propio sindicato (del que afirmó que recibió “muchas felicitaciones porque valoran que por primera vez una mujer trans logra un puesto tan importante en un rubro complicado”) sino durante alguna visita a una administración para hablar con los empleados.
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En cuanto a la discusión paritaria, anticipó que espera el evento “con mucha expectativa”. Y añadió: “Este es rubro manejado en su mayoría por hombres. Las Cámaras con las que tenemos que negociar están conducidas por hombres e históricamente las mujeres nunca tuvieron mucha relevancia”. En este sentido, consideró que el sindicalismo tiene un sesgo “machista”: “Los principales sindicatos de la argentina siempre fueron conducidos por hombres. Yo te pregunto: ¿cuántas mujeres son secretaria general en sindicatos? En la Argentina tenés muy pocos ejemplos (SEARA es uno) porque la gran mayoría son dirigidos por hombres. Y el lugar que le dejan de participación a la mujer es en la secretaría de acción social o la secretaría de la mujer, pero nunca en los cargos principales”.
En cuanto a su lugar actual en el gremio, González lo consideró como un “caso excepcional”, ya que todavía “son escasos los sindicatos que tienen una secretaría de diversidad”. Pero se manifestó convencida en que desde el SEARA “estamos creando una apertura en este tema”. Al respecto, también insistió en la necesidad de implementar “una ley de cupo laboral trans”. “Sobre todo, teniendo en cuenta que no todas tenemos las mismas posibilidades, y la expectativa de vida de la mayoría de las mujeres trans no supera los 40 años. Esto ocurre porque un gran porcentaje de chicas se ve obligada a ejercer la prostitución, porque no encuentran otra forma de sustento para sus vidas, con todos los riesgos que esto implica”, concluyó.