El pasado lunes 23 de enero el Ministerio de Trabajo finalmente otorgó la personería gremial al Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA), desplazando a la Unión de Trabajadores de Prensa (UTPBA) como representante oficial de los trabajadores del sector. La decisión de la cartera de Raquel “Kelly” Olmos marca un hito histórico para el gremio encabezado por Agustín Lecchi, con quien conversamos desde Estado de Alerta.
La Resolución 21/2023 publicada el pasado 23 de enero en el Boletín Oficial, marca el final de un largo procedimiento por el que Sipreba fue finalmente reconocido como el sindicato más representativo de los trabajadores de prensa de Buenos Aires. Tras la resolución, la ministra Olmos recibió en la cartera laboral a dirigentes del gremio como el propio Lecchi, Fernando “Tato” Dondero, Carla Gaudensi, Ana Paoletti y “Paco” Rabini. El jueves pasado el gremio, por su parte, llevó adelante una asamblea de delegados en la que se definieron algunos puntos clave del largo camino que aún queda por recorrer para lograr la recomposición salarial para todo un sector de trabajadores que durante años sufrió la falsa representación de un gremio absolutamente vaciado y carente de legitimidad, que consintió precarización laboral y firmó sistemáticamente paritarias a la baja.
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Lecchi, trabajador de la Televisión Pública con mandato como secretario General del gremio hasta 2025, recordó que el Sipreba “nació el 7 de junio de 2015, tras un plebiscito masivo que habíamos hecho en 2014”. Al respecto añadió: “No elegimos hacer un sindicato paralelo, alternativo, sino que estábamos obligados a refundar el sindicato de prensa porque la UTPBA había abandonado las luchas, los conflictos y a los trabajadores y trabajadoras. No nos representaba. Entonces tuvimos un plenario de delegados autoconvocados de prensa televisiva, radial y escrita donde maduró la idea de fundar un nuevo sindicato. Desde un primer momento fuimos un sindicato con total legitimidad y nos propusimos eso, con lo cual la lucha por la personería viene desde ahí”.
Tras este breve recorrido por la historia del gremio, que en realidad podría remontarse a 2010 con la conformación de listas opositoras como la Multicolor para intentar hacerse con el control de la UTPBA (estrategia inviable por la existencia de unos padrones tan inflados como incomprobables de trabajadores independientes que terminaban definiendo los comicios siempre a favor del oficialismo), Lecchi aclara que este cambio de personería gremial -proceso para el que hay muy pocos antecedentes en nuestro sistema sindical- “no es algo que se otorgue repentinamente o que en este caso la ministra de Trabajo pueda dar según le parezca”.
En cambio, añade el dirigente, se trató de “un proceso minucioso que comenzamos en junio de 2020, durante la pandemia, y en el que estuvimos trabajando todo este tiempo, realizando el trámite que corresponde según la Ley de Asociaciones Sindicales, mostrando nuestros padrones, nuestros libros de afiliados, nuestros libros contables, para corroborar que cada afiliado aportaba lo que correspondía, que estaba en una empresa, en un medio de comunicación, y que por lo tanto representábamos lo que decíamos representar”. El titular del gremio remarca que esta dinámica transparente “contrastó claramente con lo de la UTPBA, que no pudo demostrar nada”.
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Lecchi reconoce que “hubo voluntad política del Gobierno y de la ministra de Trabajo, lo que fue importante, y también hubo una gestión concreta de los funcionarios en ese sentido”, pero también enfatiza que “lo fundamental e imprescindible para este logro fue que nosotros hayamos hecho el trabajo gremial durante todos estos años, a tal punto que ya nos manejábamos como si tuviésemos la personería”.
Ahora que, conforme al régimen legal (Ley 23.551), la entidad preexistente (UTPBA) perdió la Personería Gremial, esta pasa a ser “de titularidad exclusiva” del Sipreba, que operará como único representante sindical en las paritarias y demás negociaciones colectivas, como se venía reclamando desde hace años. El largo trámite para establecer la personería gremial también probó que Sipreba es el sindicato con mayor afiliación en la Agencia Télam, donde un sindicato de empresa había obtenido una personería en 2014.
Esta nueva representación será clave para intentar recomponer un salario para el sector que gracias la UTPBA viene perdiendo con la inflación hace mucho. En los últimos seis años el salario real de los trabajadores de prensa se depreció en un 40% respecto de la Canasta Básica Total ya que los haberes de la categoría testigo de redactor pasaron de 16.116 pesos en abril de 2016 a los $115.775 actuales, mientras que la línea de pobreza aumentó de los $11.320 de hace seis años a los 152.515 pesos de la actualidad.
“No podíamos participar en las paritarias, en las negociaciones salariales con las cámaras del sector. Nosotros teníamos acuerdos particulares con cada empresa, en algún medio negociaciones sobre el Convenio Colectivo de Trabajo, pero no podíamos participar en las paritarias del sector. Eso fue lo más grave durante todos estos años porque el salario de prensa cayó brutalmente. Un ejemplo burdo pero cercano es de 2022, cuando la FATPREN, nuestra Federación Nacional -que discute con medios más chicos, de la llamada Cámara del Interior- había conseguido un 90% de aumento por 10 meses, con un bono (respecto de lo que ahora se está abriendo una revisión, para recomponer el poder adquisitivo de acuerdo a la inflación) y en contraste la UTPBA había negociado un 56% sin bono y sin nada”, ejemplifica Lecchi.
Hacia el futuro, el secretario General de Sipreba reconoce que los desafíos “son enormes”: “En febrero hay una revisión de la paritaria para el sector de prensa escrita y después también tenemos que discutir la de radio y la de prensa televisada, además de otras cuestiones como la de la democratización de la pauta publicitaria pública, que ya veníamos planteando junto a las redes de medios autogestivos, una regulación de las nuevas plataformas y también, en definitiva, un debate clave para una actividad como la nuestra, qué comunicación queremos, la necesidad de pensar una comunicación más democrática entre tanta concentración, tantas operaciones y hasta una degradación de nuestro oficio, que también se precarizó”. “Se precarizaron los salarios y las condiciones de vida, pero también la actividad. Y nosotros tenemos que defender un periodismo riguroso y que no se aleje de la verdad, que es lo que nos motivó a ejercer esta profesión que defendemos y que nos encanta”, concluyó Lecchi.