Durante 2018, los salarios perdieron 17 puntos contra la inflación y un poder de compra del 11.5%. Así se desprende de los datos de la evolución de los salarios formales que surge de la «Remuneración Imponible promedio de los trabajadores estables» (RIPTE), que elabora el Gobierno y que toma en cuenta la variación de las remuneraciones imponibles con destino al Sistema de Seguridad Social.
De acuerdo a la información oficial, los salarios de los empleos en blanco aumentaron 30,6% en promedio durante este periodo, mientras que la inflación cerró el año con un acumulado de 47,6% según los datos del Indec. hay otros datos que ilustran la realidad: a diciembre pasado, el sueldo promedio bruto (antes de los descuentos de jubilación y salud de 17%) era de $ 34.339,61 frente a $ 26.301,42 de diciembre de 2017. Con los descuentos, el sueldo neto se reduce a $ 28.501, con un deterioro que de mayo pasado a esta parte se aceleró de forma notable.
A su vez, en los últimos tres años, los salarios formales tuvieron un incremento de 117,3%. Pasaron de $ 15.800,97 a $ 34.339,61. Mientras que en esos 36 meses la inflación promedio acumulada fue 159,5% (40,9% en 2016, 24,8% en 2017 y 47,6% en 2018). Equivale a una pérdida salarial acumulada del 16,3%. Si se incluyeran los salarios informales o en negro, la pérdida salarial real sería mayor.