En las últimas horas por lo menos 46 migrantes que intentaban ingresar desde México a los Estados Unidos en un camión fueron encontrados muertos por autoridades federales en la localidad texana de San Antonio, a 240 kilómetros de la frontera, según confirmaron las autoridades locales.
Otras 16 personas fueron rescatadas con vida del camión, proporcionándoles el correspondiente tratamiento médico. Aún no hay un informe oficial respecto de las nacionalidades de las víctimas o la proporción de hombres, mujeres y niños.
El alcalde de San Antonio Ron Nirenberg consideró en rueda de prensa: “Es una tragedia. Son 46 personas que tenían familias y buscaban una mejor vida”. Por otro lado, el comisionado de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos Chris Magnus alertó sobre los riesgos de este tipo de cruces ilegales de la frontera: “A medida que las temperaturas comiencen a subir en el verano, los traficantes de personas continuarán explotando a las poblaciones vulnerables y poniendo en peligro imprudentemente la vida de los migrantes para obtener ganancias financieras. El terreno a lo largo de la frontera suroeste es extremo, el calor del verano es severo y las millas de desierto que los migrantes deben caminar después de cruzar la frontera son implacables”.
La noticia se produce en un contexto de fuerte aumento de la migración a los EEUU desde el sur, con un aumento de los arrestos de inmigrantes ilegales a niveles históricos, con 239.416 detenciones sólo en el mes de mayo y casi 2 millones en lo que va del año.