Desde Futbolistas Argentinos Agremiados (FAA) denunciaron atrasos con el pago de salarios de los futbolistas, que algunos clubes adeudan desde diciembre. Además los futbolistas manifiestan preocupación en lo que hace a la continuidad de los puestos de los puestos de trabajo en el marco de la extensión de la cuarentena nacional por la epidemia de coronavirus.
El Secretario General de FAA Sergio Marchi señaló que “los jugadores quieren cobrar y defender su fuente de trabajo”, una preocupación que se acrecienta con el próximo fin de muchos contratos el próximo 30 de junio. En relación con la cuestión salarial, agregó: “Todos los futbolistas quieren laburar en paz y cuidar su fuente de laburo. El trabajador quiere cobrar su salario, y algunos clubes no pagan desde diciembre y han pagado con cheques sin fondos, de diferentes colores y de diferentes fondos”.
En vistas de la falta de definiciones respecto de la continuidad del campeonato, el dirigente explicó que desde el gremio se plantean como objetivo de corto plazo el “hacer respetar los salarios”. Y agregó: “Hay clubes que están muy al día. Son algunos. Vélez, Boca, Patronato, pagaron todo marzo. Otros pagaron parte y otros febrero. La pandemia existe y afectará económicamente a todos. Pero antes había equipos que tenían una gran deuda, que no pagaban cosas, y ahora quieren licuar la deuda con esto del coronavirus”. En este sentido, Marchi incluso planteó la posibilidad de que ante la falta de pago algunos jugadores se consideren despedidos y reclamen la doble indemnización correspondiente por ley nacional.
La crisis de los clubes se agrava día a día por la pandemia y el futuro es incierto
De todos modos, un comunicado de Agremiados se defendió los derechos de los futbolistas al “resguardo de la vida y la salud de este colectivo de trabajadores, por sobre el eventual regreso a los entrenamientos previos a la reanudación de los torneos”. Luego sostuvo que esto implica el requerimiento a todos los clubes “de dar estricto cumplimiento a las obligaciones asumidas en todos los contratos -registrados y no registrados-, especialmente relativas al pago íntegro y puntual de la remuneraciones pactadas en los mismos”. “En el supuesto que las autoridades nacionales autoricen la vuelta a los entrenamientos, la autorización deberá ser acompañada por las condiciones de protección de la vida y la salud de los y las futbolistas a cumplir ineludiblemente por los clubes, como condición sine qua non de reanudación de la actividad, bajo apercibimiento de las respectivas sanciones aplicables, en caso de inobservancia de las mismas”, añadieron.
En el contexto general de incertidumbre que envuelve al fútbol, la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) también debe definir qué pasará con el ascenso y tomar una decisión respecto de los contratos que vencen en junio, porque como además la AFA dio por finalizada la temporada, muchos dirigentes pretenden pagar solo hasta el mes de marzo, cuando muchos contratos se extienden hasta junio. Al respecto, el dirigente manifestó: “Hoy el objetivo es hacer cumplir los contratos. Algunos son los que están al día. En forma colectiva no hay una decisión unánime entre los dirigentes del fútbol argentino. Podemos negociar algunas cosas, y hasta algunas deportivas. Pero los contratos son cosas diferentes y muy particulares”.
“Los dirigentes son muy individualistas. Solo se miran la pera y el ombligo. Piensan rápidamente en algo que les pueda afectar a ellos individualmente. Esto lo recibimos en forma impensada y nos puso en un escenario muy complicado”, remarcó el titular de FAA.
Respecto de la suspensión de los descensos, Marchi consideró que es “un error” el argumento de que se hace “para equilibrar las instituciones”. “Al menos esa decisión debemos analizarla en conjunto. No se pueden jugar algunas competencias sí y otras no. Pero eso está en el plano más lejano”, insistió. El comunicado de Agremiados denunciaba, además, que la decisión se tomó “en forma completamente inconsulta con FAA, la misma deviene irrazonable y contraria a la dignidad de los y las futbolistas”, en tanto se considera una medida “claramente perjudicial de sus derechos, produciendo una pérdida en la competitividad del fútbol argentino, la cual siempre debe ser la razón de ser de este deporte”. Además, con la aplicación de esta medida se “estaría poniendo en riesgo la fuente de trabajo de un gran número de futbolistas”.
Más en general, el dirigente aseguró que desde Agremiados continuarán buscando propuestas para “ayudar a los muchachos que se quedarían sin trabajo” y garantizó que el gremio continuará brindando el correspondiente servicio de salud. “Yo lo que espero es sensatez y sentido común y que nos comportemos a la altura de las circunstancias. Tenemos que pensar en un fútbol con futbolistas, árbitros, entrenadores, que tienen también angustia. Porque se sabe que habrá una pérdida de fuentes de trabajo”, concluyó.