APTA, la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico cuyo secretario general es Ricardo Cirielli, criticó que los pasajes de Aerolíneas Argentinas paguen el 30% de recargo por el impuesto al dólar, incluidos los vuelos a países limítrofes.
No obstante, el sindicato señaló que «ese impuesto no se paga si el traslado es en empresas de transporte que van vía terrestre. Una flagrante discriminación en perjuicio de las compañías aéreas. La AFIP decidió incentivar el negocio del transporte automotor de pasajeros, en desmedro del que brinda nuestro transporte aerocomercial. Creerá que así se cumple el objetivo del impuesto de, “fomentar el desarrollo nacional con equidad”. El valor del dólar para la venta de pasajes al exterior (internacional y limítrofe), es hoy para nuestra línea aérea estatal de $81,90».
Y agregan que «la resolución desmiente lo afirmado por el Jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, a fines de diciembre de 2019. Quien declaró que los pasajes de Aerolíneas Argentinas no estarían alcanzados por el recargo del 30%. Ésta no es solo una decisión de política fiscal, lo es también de Política Aerocomercial. La cual permanece sin revisión, modificaciones o reperfilamiento, de los parámetros y objetivos fijados por el gobierno anterior».
«Su aplicación solo se explica, porque se pretende convalidar la Política Aerocomercial de los últimos cuatro años; o, se desconoce absolutamente el daño y el vaciamiento económico ex profeso provocado por el gobierno de Macri y su brazo ejecutor el ministro Dietrich, a Aerolíneas Argentinas y Austral, tanto por su política aérea como por la administración de ambas compañías», indicó APTA, y apuntó que esta situación fue «denunciada durante cuatro años por APTA, y, ampliamente confirmado y ampliado por el actual Presidente del Grupo AR, licenciado Pablo Ceriani, en los últimos días. Ese perjuicio, fue extensivo al menos a todas las empresas aerocomerciales privadas, cuyos propietarios sustanciales o finales son argentinos».
Asimismo, el colectivo sindical estableció que «todos los que hoy claman y hacen lobby (desde el país y el exterior), exigiendo competencia leal para las empresas extranjeras, callaron y apoyaron cuando el gobierno anterior fijaba una Política Aerocomercial desleal, totalmente a favor de las empresas aéreas extranjeras, en especial las Low Cost, y en contra de las nacionales públicas y privadas. Convirtiendo en ganadoras a las primeras y perdedoras a las segundas, mediante la desregulación y la apertura indiscriminada de nuestros mercados aéreos. Esa política, era “juego limpio” para los voceros y lobistas de los negocios de las compañías aerocomerciales foráneas. Solo hubo denuncias
constantes porparte de los sindicatos aeronáuticos».
Los cielos siguen sin ser para Aerolíneas Argentinas.. pic.twitter.com/UZchJS2mzg
— APTA oficial (@AptaOficial) January 23, 2020
«No hubo quejas similares, por competencia desleal hacia las empresas aéreas nacionales, cuando se autorizó a empresas extranjeras a captar pasajeros desde nuestro mercado interno hacia el exterior, sin reciprocidad para Aerolíneas Argentinas y Austral. Ni cuando se autorizó a operar una abrumadora cantidad de nuevas compañías, muchas sin la capacidad técnica ni financiera para ser habilitadas», agregó.
Luego, recordó que «se construyó con fondos públicos (USD 80 millones) el Aeropuerto Comercial del Palomar, tres fiscales federales pidieron su cierre definitivo, ante el peligro que haya que lamentar centenares de muertos; sin embargo, un ministro actual opinó que debe seguir operando), fue habilitado al solo efecto que las Low Cost, Flybondi y Jet Smart, ahorren un 70% en sus costos aeroportuarios, dándoles un insuperable subsidio nacional. Nadie se quejó, cuando distintas provincias y municipios otorgaron grandes subsidios públicos y aportes directos, en pesos y en dólares, a las empresas Low Cost, los cuales los exigían para volar a destinos rentables».
En este contexto, para APTA «los únicos subsidios que se condenan, son los que reciben nuestras líneas áreas estatales, cuyos accionistas y dueños son todos los argentinos; es decir, es dinero de argentinos para sus propias
empresas. Nunca, los que ahora protestan, hicieron críticas cuando Macri y Dietrich eliminaron la banda tarifaria mínima en cabotaje -que aseguraba una explotación rentable del negocio-, para posibilitar el dumping por parte de las empresas extranjeras en perjuicio de las nacionales, con el fin de quebrarlas y controlar nuestros mercados aéreos».
— APTA oficial (@AptaOficial) January 23, 2020
«A las Low Cost, la ANAC nunca les exigió el cumplimiento de la normativa aeronáutica de seguridad aérea, ni la de la calidad en la prestación de sus servicios, como lo hizo con las empresas aéreas tradicionales, otorgándoles de esa forma otro excepcional subsidio público. Todas esas prácticas económicas deshonestas, causaron el cierre de compañías nacionales como Avian y Lasa; que Andes haya tenido que devolver cuatro aviones y atraviese una muy complicada situación; que LATAM transfiriera operaciones locales y aviones a su holding, en desmedro de LAN Argentina; y, que Aerolíneas Argentinas y Austral debieran vender pasajes por debajo del costo para poder llenar aviones, con lo cual, cuanto más pasajeros llevaban más aumentaban su déficit. Desde el 2016 Aerolíneas Argentinas y Austral perdieron más de 10 puntos de participación en el mercado de cabotaje, y 8% en el internacional. Mientras tanto, en solo dos años la participación en cabotaje de las empresas Low Cost creció en forma exponencial, alcanzando el 20%», manifestó el sindicato.
Y denuncia que «esa es la real y devastadora competencia desleal, ilícita y engañosa, que impuso el anterior gobierno y que aún continúa. Sus prácticas denigrantes, son las que ha hundido a nuestras empresas aéreas nacionales públicas y privadas. Sus víctimas finales serán los pasajeros o consumidores». Por último, afirmó: La Asociación del Personal Técnico Aeronáutico, reitera su vocación y compromiso para colaborar con el actual gobierno, no como meros aplaudidores, sino como esforzados participantes. La presente crítica constructiva y fundamentada, es una de las formas para hacerlo. La única posible hasta el momento».