Más de 50 empresas y fundaciones de todo el país se sumaron al plan “Argentina contra el hambre”, con el que el gobierno de Alberto Fernández pretende mitigar el impacto de la pobreza y la indigencia en vastos sectores de la población argentina.
Después de una reunión en la sede de Pampa Energía, el Grupo de Fundaciones y Empresas (GDFE) sumó su adhesión al programa, al que ya habían avalado instituciones como Unicef Argentina, la Cruz Roja Argentina, Cáritas, distintas universidades y grupos empresarios vinculados con la producción láctea, de panificados y de carnes.
El encuentro contó con la presencia de la titular del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales Victoria Tolosa Paz, del director de la Fundación Pampa Energía Pablo Díaz, de directivos del Instituto para el Desarrollo Empresarial (IDEA), del Consejo Empresario Argentino para el Desarrollo Sostenible (CEADS), de la Cámara de Comercio de Estados Unidos en la Argentina (Amcham), de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE) y del Instituto Argentino de Responsabilidad Social Empresaria (IARSE), entre otras organizaciones.
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Tolosa Paz llamó a “activar de manera urgente un esquema público privado para terminar de una vez y para siempre con el hambre en la Argentina” y añadió que “juntos y haciendo las cosas bien podemos dar vuelta una historia dramática que tiene a los más chicos y a nuestro propio futuro como protagonistas”.
Los empresarios presentes ratificaron su voluntad de colaborar con el programa y se plantearon el objetivo de completar un mapa que de cuenta de las acciones que ya se están llevando a cabo en distintos puntos del país. “Argentina contra el hambre es un compromiso social donde convergen actores políticos, industriales, empresarios, educadores, organismos estatales, organizaciones internacionales de ayuda humanitaria, científicos, comunicadores, artistas, movimientos sociales, sindicatos y referentes de todos los credos”, explicaron.
Javier García Moritán, director ejecutivo del GDFE, concluyó: “El compromiso con el bien público es inherente al sector privado en tanto las empresas además de ser agentes económicos son también actores sociales. Desde el GDFE creemos que o se contribuye al bien público, o no hay contribución alguna”.