La posibilidad de que Alberto Fernández sea el próximo presidente del país replantea la estructura de negocios de varias aerolíneas low cost, aquellas que impulsó el macrismo sin suerte y que tuvieron, en estos años, que lidiar con la recesión económica y la competencia de Aerolíneas Argentinas.
El eventual jefe de Estado por el Frente de Todos ya dijo que bajo un eventual gobierno fortalecerá a la aerolínea de bandera y calificó de «negativa» la política de cielos abiertos de Cambiemos. En ese contexto, las firmas congelan planes de inversión dispuestas a ver qué sucede con el cambio de administración, como Avianca, cuyos negocios por el momento no son viables y encaran el futuro con incertidumbre.
Así lo explica se CEO, Carlos Colunga: «No podemos competir en las condiciones actuales porque, por ejemplo, en la ruta a Mar del Plata, Aerolíneas Argentinas nos pone un vuelo encima del nuestro, con un jet, a un precio más bajo y en 12 cuotas. Es imposible para nosotros competir así».
Acto seguido, hizo referencia a un posible ajuste de personal ya que, en las actuales condiciones, no es posible mantener a tantos trabajadores. «Tenemos 80 pilotos para dos aviones y la situación se hizo insostenible. Nosotros proyectamos contar con cuatro aviones y por eso tomamos y capacitamos pilotos, pero el dólar duplicó su valor y el combustible subió de manera desproporcionada. Eso hizo imposible traer los aviones previstos», añadió.
Empleados de Fly Bondi pidieron que no se cierre el aeropuerto de El Palomar
En el caso de Andes, tiene problemas para pagar salarios y tuvo que vender motores de aviones para cumplir con los trabajadores, algo que reconoce Horacio Preneste, gerente general de la empresa: «Dada la recesión, la situación del país, a la empresa se le hace muy difícil competir. Hemos tenido atrasos con los salarios, hoy se está debiendo agosto y parte de julio. De los cinco aviones con los que contamos, tenemos dos operativos. Y pusimos dos motores a la venta para mejorar nuestro perfil financiero. Cada uno nos puede aportar medio millón de dólares».
Al igual que Colunga, crítica la supremacía de Aerolíneas Argentinas y la dolarización del combustible. Asimismo, adelanta que puede existir recorte de rutas: «Este año dejamos de volar rutas a Córdoba, Mendoza y Tucumán. Si la recesión continúa, nos vamos a ver obligados a ampliar esa decisión. Hoy estamos viendo tickets Buenos Aires-Córdoba a un promedio de 4.000 pesos, siendo que el tramo en costos no baja de los $3.000. Se hace imposible sostener un servicio con ese nivel de sobreoferta y precios a pérdida».
La situación en Fly Bondi es similar. Con varias denuncias por mal servicio, ahora la firma enfrenta la decisión judicial que dispone cerrar el aeropuerto en donde opera, que está ubicado en El Palomar, en horario nocturno, específicamente de 22 a 7 de la mañana. Esto claramente impacta en las fuentes de empleo, tal como expresaron los trabajadores: “El fallo modifica la ecuación económica de las compañías y lleva al cierre de 1.000 fuentes de trabajo al tornar antieconómica la operación del aeropuerto”, determinaron y agregaron que el aeropuerto “dejará de funcionar si no se revierte esta decisión de la jueza que entra en vigencia el próximo 26 de setiembre”.