El Gobierno Nacional anunció que no eximirá al medio aguinaldo de junio del pago del Impuesto a las Ganancias, argumentando que el aumento del consumo y la mejora de los salarios por paritarias hacen innecesaria esta medida, que además debilitaría aún más la recaudación fiscal.
Si bien es cierto que resoluciones similares fueron tomadas en los años 2012 y 2014 (lo mismo que en 2016, durante el gobierno de Mauricio Macri), durante la gestión Cambiemos creció 66% la cantidad de trabajadores que tributan (casi dos millones en la actualidad), un dato absolutamente contradictorio con las promesas de campaña que aseguraban la eliminación del impuesto.
Según el ministro de Producción y Trabajo Dante Sica, no se encuentra bajo análisis ninguna propuesta para evitar que el pago del medio aguinaldo tribute ganancias. El funcionario aseguró que este año no habrá en ningún sector una “pérdida del salario real”, aunque reconoció que la situación económica “es muy heterogénea”.
Luego añadió que en muchos rubros “se está viendo una mejora mes contra mes anterior” y que hay “sectores que desaceleran su nivel de caída”, con algunos segmentos con recuperación del consumo.
Uno de los motivos principales para la decisión tiene que ver con las necesidades recaudatorias del Gobierno, que viene quedando hace varios meses por detrás de la evolución inflacionaria. Pese a todo, Sica afirmó que se sigue “observando una tendencia a la desaceleración” de la inflación junto a “una recuperación del salario real”. “Estamos viendo recuperación del salario real en estos meses, particularmente a partir de enero y febrero, y el mes que viene vamos a tener el impacto del aguinaldo. No habrá pérdida en el salario real este año porque los acuerdos paritarios así lo indican”, concluyó.