Durante el último año se perdió un puesto de trabajo registrado cada dos minutos

Un reciente informe del Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad de Avellaneda (Undav) confirmó que en nuestro país durante el último año se perdió un empleo registrado cada dos minutos. El estudio fue realizado sobre datos oficiales del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA).

Entre marzo de 2018 y marzo de este año se dieron de baja 268.000 puestos de trabajo de la economía formal, es deci9r, un 22.360 por mes, 735 por día o 30 por hora. Según el informe de la Undav detalla que las reducciones más severas se sufrieron en el sector industrial (-67.000), comercio (-45.000), transporte y comunicaciones (-18.000) y actividades inmobiliarias y empresarias (-14.000).

En un desglosado por provincias, se detectaron retrocesos en 21 de las 24 jurisdicciones nacionales (las únicas provincias que se libraron de esta dinámica de destrucción del empleo registrado fueron Neuquén, Catamarca y Santa Cruz). También se destaca que por cada nuevo empleo generado por el sector agrario, apoyado por el Gobierno como integrante fundamental del modelo económico, se destruyeron 335 en la industria.

Para el informe de la Undav, la dinámica se explica por un “cambio radical” en la matriz macroeconómica desde fines de 2015: “De un modelo que priorizaba el consumo interno como tractor del crecimiento económico, apuntalando los ingresos reales de las clases media y baja, se buscó mutar a un perfil productivo traccionado por las exportaciones”.

En el contexto internacional negativo que impera hace algunos años, se priorizó la especialización en productos primarios y la Argentina empeoró en términos laborales. “Este modelo resta grados de libertad en términos de la independencia económica por todos aquellos productos industriales que no producimos y cercena la posibilidad de extender los frutos de un eventual crecimiento a los sectores más postergados, a partir de los subproductos indeseables de la existencia de un ‘ejército de reserva’ que presione salarios reales a la baja”, detalla el informe.

Y la situación no tiene visos de mejorar en el corto plazo ya que, según aclara el informe citado, “la tasa de entrada al mercado laboral está en los niveles más bajos desde la salida de la crisis del 2002”.