Desde hace más de un año Alpargatas viene en un fuerte plan de achicamiento en el país que dejaron como resultado el cierre de tres plantas provinciales ubicadas en Chaco, La Pampa y Catamarca, con un 65% de despedidos, lo que significó pasar de más de 3.700 empleados a tener apenas más de 1.000 en poco más de tres años.
Desde la Asociación Obrera Textil de la provincia, Jorge González, su secretario general, describe una grave situación en el sector donde “se han perdido 2.300 puestos de trabajo sólo en el último año” y detalló: “han sido 20 meses en que todo se fue complicando: “calzados Catamarca supo tener más de 800 trabajadores y en 2018 cerró. La textil que hoy se vende tenía 480 empleados y hoy apenas 90» apuntó.
Según argumentan desde la empresa con la apertura de la importación y la caída del consumo interno el negocio dejó de ser tal, por lo tanto, en otra embestida, Alpargatas retoma el ajuste y vende su planta textil catamarqueña y se va de la provincia.
Actualmente allí tiene 90 empleados -dedicados a la fabricación de trapos de piso y rejillas- que se ilusionan con un final feliz al saber que hay un comprador, la empresa Fibran Sur de José Rodríguez que por estos días está cerrando la compra de la firma y que podría ofrecerles permanecer en la planta.
Ahora el gremio se ilusiona con que dentro de la operación que se está realizando se respete la Ley 20.744 para que los derechos de los trabajadores sean respetados y puedan mantener su fuente de trabajo, porque la situación real es que “los trabajadores despedidos de Alpargatas aún luchan, sin éxito, para poder armar cooperativas y tener un trabajo” concluyeron desde AOT.