Los ciudadanos que tomaron créditos UVA ya están pagando más del doble de la cuota inicial, con el agravante de que también se les duplicó la deuda total. La trampa de otra promesa oficial que no se cumplió.
Los créditos hipotecarios en base a Unidades de Valor Adquisitivo (UVA) fueron una de las grandes apuestas del gobierno de Mauricio Macri para conquistar a un sector de la clase media, al punto que durante el primer año de gobierno los funcionarios oficialistas se ufanaban de haber entregado un crédito por minuto.
Sin embargo, luego de la corrida cambiaria de abril de 2018, las cosas comenzaron a complicarse severamente para los beneficiarios, que vieron sus cuotas más que duplicarse producto de la corrida del dólar y la evolución inflacionaria.
Quienes tomaron créditos con esta modalidad en el año 2016 están pagando ya un 132% más que al inicio, con cuotas que superan a las de los créditos tradicionales. Pero además han visto multiplicarse el capital adeudado, lejos de decrecer después de más de dos años de pago. Según un reciente informe, los que tomaron un crédito tradicional por un millón de pesos hoy están adeudando, con intereses, unos $930 mil, mientras que los tomadores en UVA adeudan 2,3 millones de pesos, más del doble que cuando comenzaron a pagar.
Al lanzarse el sistema, a fines de marzo de 2016, la Unidad de Valor Adquisitivo valía 14,05 pesos, mientras que en la actualidad llegó a $36,02, lo que implica un 156% más. En algunos casos, el sistema de crédito establece un tope para el aumento de las cuotas de acuerdo a un porcentaje respecto del salario, por lo que éstas aumentan hasta ese tope, sumando además cuotas al plan original, por lo que lo que originalmente era un plan a 30 años ya puede haberse transformado en uno a 35.