Durante el 2018, el poder de compra del salario en término de las propiedades se deterioró aún más, pues se fue acrecentando la brecha entre el valor del m2 y el salario debido al aumento del dólar y la pérdida de capacidad de compra del salario.
Así lo indica un informe de la Universidad Argentina de la Empresa, donde se argumenta que la caída obedeció a que los salarios cayeron en mayor proporción a la de los precios de las casas y departamentos.
De acuerdo a los niveles de marzo de 2018, el índice de salario medido en dólares que releva habitualmente la UADE se redujo 38% en el caso de los departamentos nuevos y casi 40%, en el de las viviendas usadas.
La caída fue consecuencia de una menor remuneración promedio en dólares de los trabajadores registrados del sector privado (39,%). Los salarios aumentaron pero no en la magnitud que hizo el dólar y, además, mayor la caída en el precio de las unidades nuevas (2%).
El comportamiento de estas variables implicó que durante el mes de referencia el salario haya podido comprar el 22,7% de un metro cuadrado en la zona norte de la Ciudad de Buenos Aires, proporción inferior a la registrada en igual mes de 2018 cuando alcanzó al 36,5%.
Similar situación se verificó para el caso de las viviendas usadas para las cuales el índice de salario real en términos del metro cuadrado (ISRV) mostró un descenso interanual de 39,2%. En este caso, el salario permitió adquirir el 25,3% de un metro cuadrado de vivienda, proporción inferior al 41,7% registrado en marzo de 2018.
Estas variaciones entre los precios de las propiedades coincidió con un aumento en el tipo de cambio nominal del 104%, según datos del Banco Central (BCRA).
El otorgamiento de créditos y las altas tasas de interés también dificultan enormemente la compra, particularmente de la primer vivienda, lo que se suma al déficit habitacional existente en la zona metropolitana, Gran Buenos Aires y el interior del país.