El Senado aprobó la ley de financiamiento pero prohibió aportes de los sindicatos. Luego de cuatro meses de debates, dos dictámenes y varias postergaciones-, la ley que regula el financiamiento de las campañas políticas, autoriza a los candidatos a recibir aportes de empresas privadas y los obliga a bancarizar sus gastos pero excluye a los sindicatos de realizar aportes a los partidos políticos.
Cambiemos impidió que los sindicatos figuren entre los posibles aportantes de los candidatos nacionales, como ya había logrado en el dictamen emitido en noviembre, pese a que el peronismo no estuvo de acuerdo y tampoco algunos sindicalistas como el neuquino, Guillermo Pereyra.
«El dinero de los sindicatos es de los afiliados. No es lo mismo que una empresa», argumentó el radical, Ángel Rozas. El senador justicialista por Catamarca, Dalmacio Mera, advirtió que excluir aportes de los gremios es «injustificado» si quedan autorizadas las personas jurídicas, pero el debate se definió en una votación en particular y triunfó la primera postura.
«Frente a la importancia que tiene la ley, vamos a votar positivamente el artículo de la minoría, para que pueda haber ley», anunció Pichetto y junto a la mayoría de sus pares permitió que el artículo 5 permanezca con la prohibición de los sindicatos de volcar fondos a las campañas políticas.
La moción a favor se impuso por 25 a 23 pero por tratarse de una ley electoral cada artículo necesitaba el aval de 37 senadores, o sea la mitad más uno del recinto, sin importar cuantas bancas haya ocupadas.
Además, la ley establece que el 60% de los recursos públicos destinados a publicidad digital de los partidos durante las campañas deben destinarse a sitios periodísticos digitales generadores de contenido, el 35% para los de mirada nacional y el 25% a los creados en las provincias, con foco en el contenido local.
La radical Olga Brizuela y Doria incorporó la novedad de los aportes «en especie», o sea, en prestaciones de un servicio o entrega de un bien al candidato preferido. Además de plata de los gremios, los candidatos no podrán recibir contribuciones anónimas, donaciones de empresas públicas, contratistas y proveedores del Estado, entidades extranjeras y explotadores de juegos de azar.
La campaña serás más larga: pasa de 35 a 50 días, pero seguirá concluyendo 48 horas antes de ir a las urnas. La publicidad en medios de comunicación podrá empezar a pautarse recién 35 antes de votar y se reduce de 10 a 5% el tiempo de programación audiovisual gratuito con fines electorales. En la próxima elección será de la mitad.