En medio del conflicto con los trabajadores del Astillero Río Santiago, el gobierno bonaerense consideró que el proyecto naval es “inviable” y planteó la posibilidad de dividir la empresa en dos destinando parte de su personal a tareas vinculadas con la obra pública.
La semana pasada los trabajadores del Astillero ocuparon la planta de Ensenada reclamando que el Estado garantice los insumos necesarios para poder continuar con sus labores y este miércoles tomaron el Ministerio de Economía bonaerense en reclamo por los desplantes de la administración provincial.
En el marco de estas disputas desde el gobierno provincial se sostuvo que el Astillero Río Santiago es “inviable” ya que le insume al Estado 3500 millones al año, sin una rentabilidad proporcional a esa inversión. Los anuncios en nombre del gobierno de María Eugenia Vidal fueron realizados por el ministro de Economía de la provincia, Hernán Lacunza, quien en declaraciones radiales manifestó: “Provincia no está planteando privatizar ni vender el Astillero. Por una cuestión práctica, es inviable, nadie querría comprarlo. Tampoco estamos planteando despidos, estamos planteando que pasen a hacer obra pública que tanto hace falta en la Provincia”.
Luego, reivindicó la propuesta del arzobispo platense Víctor “Tucho” Fernández de reubicar a parte de la dotación de los Astilleros en otras tareas estatales y añadió: “Con las actuales condiciones de producción hacer un barco en el Astillero vale diez veces más caro que en el mundo. Es una empresa del estado provincial que hace años está funcionando con una producción muy baja”.
Si bien por el momento se trata de versiones no oficiales, se fortalecen la opción de destinar una parte de los 3200 trabajadores de la planta a tareas vinculadas con la obra pública. La posibilidad sería dejar en pie una empresa naviera más pequeña y por otro destinar la mayor parte de esos trabajadores a una nueva empresa estatal.