Según un reciente informe de la consultora Focus Market sobre el valor nominal y real de los billetes en Argentina durante los últimos 11 años se confirmó que el peso viene perdiendo fuertemente su valor nominal y que para adquirir la misma canasta que hoy cuesta 1680 pesos, en 2008 hacían falta apenas $ 134.
Damián Di Pace, director de la consultora, explicó: “El peso argentino viene perdiendo fuertemente su valor nominal como medio de cambio en Argentina. Con el lanzamiento de los billetes de $ 500 y $ 1.000 se fue erosionando rápidamente su poder de compra. El peso argentino siguió siendo poco eficaz en contexto inflacionario como reserva de valor por eso la búsqueda del ahorro en dólares por parte de los Argentinos que solo pudo ser frenado cuando el premio fue mayor, es decir a una alta tasa de interés”.
El estudio se realizó a través del análisis de los productos que componen la canasta elegida a través de scanntech (lector de scanner de supermercados) en 530 puntos de venta a nivel nacional. Mientras que la inflación para ese período de once años fue de 1500%, algunos productos aumentaron muy por encima de ese número, especialmente la yerba mate (2.482%), la cerveza (2.255%), la Coca Cola (1.904%) y el pan (1.624%).
Di Pace detalló: “Sobre la canasta de 17 productos que seleccionamos en 2008 se podían adquirir con $134 mientras que hoy necesitamos $ 1.680 para acceder a la compra de la misma cantidad de productos. El cruce no lo hicimos sobre el poder adquisitivo del salario a lo largo del tiempo porque lo que nos intereso es observar la pérdida de valor de nuestra moneda”.
Con mil pesos en 2008 se podían comprar 400 kilos de Azúcar, 358 litros de leche, 350 botellas de Agua y 323 paquetes de Yerba Mate mientras que en la actualidad apenas si puede accederse a 35 kilos de Azúcar, 27 litros de leche, 27 botellas de Agua y 13 paquetes de Yerba Mate.
“El factor causante de estos resultados es que Argentina perdió el superávit fiscal y tuvo un incremento del gasto público que se financió con emisión monetaria con el anterior y el actual gobierno. Además, desde el 2011 al 2019, hubo una caída de la inversión. La nuevas autoridades del Banco Central decidieron cortar con la emisión y la asistencia al tesoro pero en un país como el nuestro con tanta cultura inflacionaria bajarla seriamente debería llevar no menos de 10 años», concluyó Di Pace.