Un Macri en campaña cargó contra sindicalistas y prometió privatizaciones y una nueva reforma laboral

Durante el raid televisivo que llevó adelante en los últimos días el ex presidente Mauricio Macri, buscando elevar su perfil para la dura interna que está llevando adelante la alianza opositora Juntos por el Cambio (JxC), dejó caer algunas fuertes definiciones en torno a temas sociales y económicos, incluyendo el planteo de la necesidad de una reforma laboral.

“Va a haber segundo tiempo. Va a ser un cambio basado en la sabiduría que la gente ha ido adquiriendo en estos últimos dos años Las promesas que han hecho el kirchnerismo y el populismo son fantasiosas”, manifestó el ex presidente durante una entrevista televisiva, ratificando su voluntad de volver al poder.

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En el mismo sentido consideró: “Mi optimismo no es fantasioso, no es voluntarismo. Es que veo la sabiduría de mucha gente que me dice ‘no entendíamos hace 4 años, ahora vemos qué significaba el concepto de una cultura del poder sana’. Gobernantes que sean servidores, no que se sirvan del país para ellos».

Luego reiteró algunas de las propuestas clásicas de su fuerza política, haciendo caso omiso del poco éxito logrado durante su mandato anterior: “Tenemos que agarrar un lápiz y tachar todo lo que sea necesario y tiene que decir: con menos impuestos, si no no hay inversión, ingresan $100, se gastan $100. Como cualquier hijo de vecino. Se administrará por el apoyo de la gente; hay una sabiduría distinta. No es la misma la Argentina de hoy que la del 2015”.

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Sobre los impuestos, detalló: “Recaudar los impuestos que corresponden, y administrarlos como corresponden. Como hacés vos en tu casa. Si vos hacés eso y el que nos mira hace eso, ¿por qué el político cuando llega ahí se dedica a repartir lo que no existe para encima en el desorden sacar ventaja?”.

El ex presidente también anticipó sus intenciones de reprivatizar Aerolíneas Argentinas en un eventual nuevo mandato y cargó con fuerza contra el gremio Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), encabezado por Pablo Biró: “Biró cuesta más caro que la reina de Inglaterra. Podríamos tener una monarquía acá. ¿Qué es, el monarca de este país? ¿Qué aporta para que nos cueste como un rey? Ya no quedan prácticamente líneas estatales en el mundo. No es sinónimo de soberanía”. Y concluyó: “Quiero realmente que se caigan estos mitos: que un aviso romántico de Aerolíneas Argentinas nos va a ocultar que el señor Biró y sus secuaces le cuestan a los argentinos 700 millones de dólares por año”.

Finalmente, defendiendo la necesidad de una nueva reforma laboral, en la que se avanzaría con “permiso sindical”, volvió a cargar contra otro gremialista, esta vez el camionero Pablo Moyano: “Nadie invierte en un país donde un señor como Pablo Moyano puede poner un camión e impedir que la gente entre o salga de una fábrica. Comportamientos de ese tipo destruyen el futuro de la Argentina”. Y agregó: “Hoy la realidad es tan potente que no está llevando hacia un embudo: el embudo de la sensatez, en el cual hay que arremangarse. La cultura del trabajo es lo que nos tiene que sacar del lugar en donde estamos”.

Los ataques directos contra algunos dirigentes gremiales resultan particularmente significativos mientras está bajo investigación el posible involucramiento de Macri en la llamada Gestapo antisindical, una posible articulación entre la gestión de Cambiemos a nivel provincial y nacional, sectores empresarios e integrantes de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) para armarle causas f alsas a algunos dirigentes gremiales, como fue el caso del dirigente de la UOCRA platense Juan Pablo «Pata» Medina.