Triaca con los gremios pero sin Moyano

La estrategia del gobierno después del paro de la CGT, es ir haciendo acuerdos sectoriales que permitan la paz social y se generen buenas condiciones de trabajo que permitan salir del estancamiento en el que se encuentra hoy la economía.

Ese escenario de diálogo y negociaciones no incluye a Hugo Moyano, a quien por el contrario piensan aislar y aplicarle sanciones millonarias por no haber acatado las dos conciliaciones obligatorias que se le impusieron. A todo esto evalúan seriamente no homologar el acuerdo de aumento que anunció el camionero con los empresarios.

Si logran quitarle poder a Moyano y que no capitalice el logro del 25% como suyo, para abrirle la puerta los demás sindicatos, entonces se neutralizará ese capital de mando que el líder sindical soñaba con dar a su hijo para llevarlo a la presidencia de la central obrera.

El Gobierno está convencido de que su plan de negociar acuerdos salariales y de productividad «sector por sector» y dejar afuera a los sindicatos más duros, será la mejor forma de encarar la segunda parte del año que se prevé muy compleja.

Tal como había anunciado Pinedo, de la “Reforma Laboral” ni se habla por ahora. El proyecto permanece estancado, mientras novedosamente el FMI habla con la CGT. También para escuchar la preocupación de los gremialistas por el despido de trabajadores.

El hombre nuevo de Producción, Dante Sica , prevé un encuentro en el corto plazo con los gremios industriales de la CGT a partir de sus lazos como asesor de la Unión Obrera Metalúrgica. Ya dio buenos resultados el encuentro con gastronómicos que alcanzó el mayor acuerdo hasta el momento (25,3% de aumento).

Triaca en esos diálogos reafirmó que levantaría el pulgar a una recomposición de hasta 10 puntos, lo que ratificaría en 25% la nueva pauta salarial de referencia. En ese porcentaje subiría en agosto el salario mínimo vital y móvil, que es hoy de $10.000 y que sirve como referencia para los sectores informales.