La línea del ferrocarril Sarmiento viene funcionando desde este jueves al mediodía con demoras debido a la aplicación del protocolo COVID-19 en un grupo de 64 conductores por estar contagiados de coronavirus o por ser contactos estrechos de positivos. Si bien tiende a reordenarse, todavía el funcionamiento no es normal.
La confirmación vino por parte de la misma empresa Trenes Argentinos, que dispuso que, debido a las demoras que produce la situación, durante la hora pico de la tarde se habiliten ómnibus para paliar la situación y garantizar la movilidad de las personas que utilizan el sistema ferroviario para trasladarse hacia sus puestos de trabajo o regresar a sus domicilios.
En ese contexto Trenes Argentinos debió readecuar el cronograma de servicios con el objetivo de “minimizar las consecuencias” para los usuarios, quienes todavía no logran el distanciamiento social necesario para evitar los contagios.
Esta situación se repite y vuelve a poner en primer lugar de la agenda el reclamo de vacunación para trabajadores “esenciales” como ya lo ha exigido la CAAT en su conjunto e individualmente también los Metrodelegados, la UTA y todo el arco sindical del sector, que encuentra reclamos para aumentar frecuencias en el transporte y por el contrario, se ve obligada a reducirlas producto de los mismos contagios.
A pesar de las medidas restrictivas impuestas por el gobierno nacional, los trenes circulan llenos y en las horas pico resulta muy difícil tomar un colectivo, que además, incurre en los mismos problemas que el ferrocarril en cuanto a la peligrosidad de los contagios.