Tensión por Ganancias: debaten si la baja para los trabajadores implica un aumento para las empresas

En medio de un pedido del presidente de acelerar su tratamiento, el proyecto de suba del mínimo no imponible a 150 mil pesos, para dejar exentos del gravamen a 1,2 millones de trabajadores espera tener su dictamen para llegar al recinto.

Paralelamente, el Gobierno envió un proyecto de ley con el que buscará modificar el modo de computar el Impuesto a las Ganancias para las empresas. De modo que, casi al mismo tiempo, el Ministerio de Economía buscará balancear el costo fiscal de subir el piso a 150 mil pesos para el pago del impuesto en el caso de los asalariados y los jubilados, con una mayor recaudación impositiva a las empresas.

La suba de ese mínimo –más allá de la letra chica- es bien vista por oficialismo y oposición. Pareciera que no será difícil obtener mayoría en la Cámara Baja. Nadie se atrevería a decir que no es positivo que deje de pagarse el Impuesto al Trabajo, por lo menos en los sectores medios, algo que los gremios argentinos vienen peleando desde hace años.

Pero desde el sector empresario sí se hicieron sentir y denunciaron que con este incremento al Impuesto a las Ganancias a las empresas “financiarán los 40 mil millones de pesos que significa la exención a los trabajadores que ganan menos de $150 mil”, es decir, “lo de siempre: volver a sacarle al que produce”, dispararon.

El proyecto de ley que modifica la escala para las empresas en Ganancias establece una estructura de alícuotas marginales escalonadas con tres segmentos en función del nivel de ganancia neta imponible acumulada: “Un primer escalón con una alícuota del 25% para ganancias netas acumuladas de hasta $1 millón; el segundo escalón del 30% para ganancias netas acumuladas de más de $1.300.000 y hasta $2.600.000 y un último segmento del 35% para ganancias netas acumuladas superiores a $2.600.000. Los dividendos distribuidos pagarán en todos los casos la alícuota del 7 %, a través del impuesto cedular vigente”, justificaron desde Hacienda.

Con esta modificación, “la mayoría de las empresas pagará menos”, afirman en la gestión Fernández,  cuyo tratamiento se espera que sea en conjunto con la ley de Ganancias para personas humanas y los cambios en el monotributo. De ese modo, “unas 300.000 empresas pagarán el tributo y el 75% de ellas pagará menos de lo que lo venía haciendo ya que estará entre el 25% y el 30%; un 15% de las empresas va a pagar más y el 10% seguirá en el mismo rango que lo venía haciendo”, explicaron.

Pese a las críticas, reafirmaron que “decidimos avanzar y consideramos oportuno introducir modificaciones permanentes a la tasa de sociedades en el Impuesto a las Ganancias, pero con un nuevo esquema que establezca un tratamiento diferencial para las pequeñas y medianas empresas”, concluyeron, sin poder frenar el descontento de los emprendedores que esperan una reforma impositiva pero justamente en sentido contrario: que elimine carga impositiva para generar competitividad y posicionamiento de mercado.

Desde esa perspectiva, Matías Kulfas, ministro de Producción defendió la suba de Ganancias a empresas para financiar la rebaja del impuesto a trabajadores “porque esos recursos que se ahorra cada trabajador se vuelcan al consumo y beneficiarán a las compañías”.