En tiempo de mandatos vencidos, y con prórrogas que no se renovarán, los sindicatos tienen en agenda reelecciones o recambios. En el caso del SUTECBA, la histórica conducción del secretario General del sindicato de municipales porteños, Amadeo Genta, enfrenta cuestionamientos y voces disidentes dentro del gremio que se dirimirán el próximo 26 de noviembre en elecciones.
En este caso, se especula con la posibilidad de que Genta decline su poder en favor de su hijo Emiliano, secretario de Capacitación y Cultura de SUTECBA, pero otra alternativa, que empuja con fuerza, es la sucesión del candidato a legislador porteño, Alejandro Amor, una oposición que resulta competitiva luego de un reciente fallo que dejó al descubierto posibles “desmanejos” por parte de la gestión del histórico dirigente del gremio desde hace casi 40 años.
Sucede que luego de cuatro décadas sin objeciones, la agrupación Celeste del Sindicato Único de Trabajadores y Empleados de la CABA (SUTECBA), denunció irregularidades en los balances del gremio y el Consejo Profesional de Ciencias Económicas (CPCE) impugnó el congreso ordinario convocado por su secretario general, quien intentaba aprobar la memoria y el balance 2020 sin tener aprobado el ejercicio 2019.
Las denuncias opositoras que encabeza Carlos Elías, incluyen “posibles irregularidades sobre el manejo de los fondos” y cuestionamientos sobre las “cuentas” del sindicato y un posible “endeudamiento” del gremio por “cuestiones hipotecarias”, además del cobro de sueldos “llamativamente alta” de la cúpula del SUTECBA en tiempos de magros salarios para los trabajadores.
El cuestionamiento -judicializado- incluye “la incorporación de 24 mil trabajadores a la planta estable en el balance 2019 sin informar cuántas incorporaciones se hicieron año por año y en qué sectores” y también una gran “cantidad de monotributistas que prestan servicio para la Ciudad de Buenos Aires y sin especificar qué funciones cumplen”.
Por otra parte, demandan “adecuar las modalidades de pago a la normativa vigente que impone la obligación de constituir un fondo fijo para gastos menores y corrientes, sufragando los restantes gastos mediante la emisión de cheques o transferencias bancarias”, recrimina la oposición.