Según datos del Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) que elabora mensualmente el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), durante el mes de marzo se profundizó la grave recesión económica que viene sufriendo el país durante los últimos meses, registrándose un desplome de 8,4% interanual en marzo y un acumulado de 5,3% en el trimestre enero-marzo, en relación con igual periodo de 2023.
Según estos datos, la utilización de la Capacidad Instalada en la Industria se ubicó en 53,4%, un nivel muy inferior al del mismo mes del año previo, cuando se registró un 67,3%. Según estos datos oficiales, para encontrar un desplome similar de la actividad productiva hay que remontarse a la crisis financiera de 2009.
En una comparación interanual, solo seis sectores de los que conforman el EMAE registraron subas: Agricultura, ganadería, caza y silvicultura (+14,1%), con una diferencia importante sobre el año pasado, que había sequía; Explotación de minas y canteras (+5,9%); Pesca (+2,9%); Servicios sociales y de salud (+1%); Enseñanza (+0,9%); y Administración pública y defensa (+0,2%). Pero nueve sectores sufrieron fuertes caídas, empezando por Construcción (-29,9% ia) e Industria manufacturera (-19,6% ia). Estos dos factores, Junto con Comercio mayorista, minorista y reparaciones (-16,7% ia), aportan 6,6% a la caída interanual del EMAE.
Estos datos del Indec, que tienen un desfasaje temporal de más de un mes, al ser comparados con otras investigaciones muestran que, lejos de tratarse de un primer trimestre de recesión que luego fue relativizándose, estamos en medio de una crisis económica sostenida y que tiende a profundizarse. Según señala el informe elaborado por el Departamento de Estudios Económicos de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA), el sector metalúrgico registró durante abril una caída en su producción de 19,5% interanual (una de las contracciones más fuertes de los últimos 8 años, sólo superada por datos del peor momento de la pandemia).
Otro dato clave para caracterizar esta fortísima recesión es el de la caída en el consumo de combustibles. La venta de naftas y gasoils cayó 13,7% interanual en abril (transformándose en la baja más fuerte de los últimos 41 meses y del quinto mes consecutivo en negativo). El primer cuatrimestre 2024 cerró con ventas totales, a nivel nacional, por 5,52 millones de metros cúbicos, un volumen que es 9% inferior al registrado en igual período del 2023 y 6,1% menor respecto a 2022.
También la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) confirmó que el primer cuatrimestre del año cerró con una caída productiva del sector de 19% en comparación con igual período de 2023. Salvador Femenía, vocero de la entidad, explicó: «En este cuarto mes del año se volvió a registrar una caída profunda en la mayoría de los rubros. Esta es una consecuencia de una pronunciada disminución en el consumo, dentro del programa de ajuste que lleva adelante el gobierno nacional para bajar la inflación. El poder adquisitivo de la gente cayó drásticamente y esto impacta de manera directa sobre la industria pyme. Más del 70% de lo que produce el sector está destinado a la comercialización interna. Si no hay consumo no hay demanda para la industria».
Un dato relevante para entender la gravedad del momento tiene que ver con la caída de los consumos más básicos para la población. Según el Instituto para el Desarrollo Agroindustrial Argentino (IDAA), el consumo de lácteos cayó 18,7% interanual en el primer trimestre del año, con una baja generalizada de todos los productos. El consumo de leche líquida cayó 19,6% en los primeros tres meses del año, mientras que el de leche en polvo cayó 30,4%.
Y concluyó: «El ajuste está siendo muy duro, y si se le suma el aumento de las tarifas de luz y gas, se trata de algo totalmente traumático para los diferentes sectores de la sociedad. Las industrias necesitan que se establezca un marco político. Sin un horizonte claro los sectores productivos no pueden proyectar».