Según estadísticas difundidas por el Ministerio de Trabajo y Producción, en enero ser perdieron 38 mil empleos registrados, totalizando 262 mil puestos de trabajo en blanco menos en el último año. También empeoraron gravemente las previsiones de las empresas en cuanto a posible contratación de empleados durante 2019.
El informe oficial reconoce que en enero hubo 12.112.500 trabajadores registrados en el país, una caída del 2,1% respecto de los 12.374.900 de igual período de 2018. Esta es la quinta baja interanual consecutiva, incluso con un agravamiento en relación al mes de diciembre, cuando la caída en relación con el mes previo había sido de 1,9% (236.000 ocupados formales menos).
El sector más golpeado fue el privado, con una baja de 175.000 personas: 142.000 asalariados (-2,3%), 34.000 monotributistas (-2,2%) y 11.000 autónomos (-2,9%). Desglosando por rubros, se ve que la industria perdió 62.000 ocupados (-5,2%), el comercio 42.000 (-3,6%), el transporte 17.000 (-3,1%) y construcción 13.000 (-3,0%). El sector público y los monotributistas sociales también tuvieron un desempeño negativo al registrar una caída de 14.000 (-0,5%) y de 72.000 trabajadores (-17,3%), respectivamente.
Los datos coinciden con los del el Estimador Mensual de la Actividad (EMAE) del mes de enero, difundido por el INDEC, que confirma una caída del 5,7% en la economía, donde casi todos los sectores registraron bajas: comercio (-12,3%), industria (-10,1%) y construcción (-7,8%).
Analizando por regiones, se ve que solo 3 de las 24 jurisdicciones registraron aumentos en la cantidad de asalariados registrados en el sector privado: Neuquén (3,4%), Jujuy (1,6%) y Santa Cruz (0%). Las de peor desempeño en cuanto a empleo fueron Formosa (-9,2%), Tierra del Fuego (6,3%), Catamarca (-6,8%), Chaco (6,1%), San Luis (-5,2%), Buenos Aires (-2,8%), Córdoba (-2,6%), Santa Fe (-2%) y Capital Federal (-2%).
Las expectativas netas de las empresas de aumentar las dotaciones de personal volvieron a mostrar una tendencia negativa, por cuarto mes consecutivo, con un descenso del 1,1%, cifra que surge de la diferencia entre el 6,9% de empresas que esperan aumentar sus empleados y el 8% que prevé disminuir su volumen de personal.