La crisis económica impactó de lleno en el mercado laboral de Estados Unidos, que a diario suma más y más desempleados desde los primeros brotes de coronavirus. Según cifras oficiales, esta semana 5,2 millones de trabajadores se quedaron sin fuente laboral y solicitaron subsidios.
Desde mediados de marzo una de las principales economías del mundo perdió 22 millones de empleos. Sin reacciones contundentes por parte del gobierno de Trump, que minimizó el problema, los distintos líderes de los estados se vieron forzados a ordenar el aislamiento social obligatorio, con el cierre de compañías, tiendas y restaurantes.
El Departamento de Trabajo mostró, a su vez, que solo 203.000 personas rellenaron por primera vez solicitudes de subsidios por desempleo. Distintos economistas estimaron que Economistas que el pico de personas sin fuente laboral puede ser pronto y que la tasa de desocupados en Estados Unidos llegará a los dos dígitos a fines de abril, luego de la reducción que tuvo ese índice a fines del año pasado.
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Gregory Daco de Oxford Economic apuntó sobre el problema que las cifras «permanecerán extraordinariamente altas en las próximas semanas a medida que la economía se hunde más en una recesión» y el mercado laboral entrará en un «periodo traumático».
