En diálogo con el programa radial La Gota, Roberto «Beto» Pianelli, Secretario General de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y el Premetro (AGTSyP), responsabilizó a un pequeño sector de trabajadores del subte del paro que interrumpió el servicio de las líneas B, C y E durante algo más de una hora en la mañana de este jueves y consideró que este tipo de medidas «alocadas» afectan la buena relación que los trabajadores del subte han venido construyendo con los usuarios. También detalló las negociaciones que se están llevando adelante con la concesionaria Metrovías por la contaminación con asbesto en vagones de algunas líneas y diversos sectores de trabajo.
Respecto del breve paro de la mañana de este jueves, Pianelli confirmó que no se trató de una decisión del gremio, como ya se había denunciado a través de un comunicado: «Ayer a la noche nos desayunamos con un comunicado de prensa, en el que se estaba fraguando el nombre del sindicato, en el que se anunciaba una medida de fuerza para el día de hoy sin que estuvieran muy claros los motivos por los cuales se realizaba».
Al respecto, agregó: «Nosotros venimos con diferentes situaciones de conflicto que las vamos administrando sin necesidad de llevar adelante medidas de protesta. Hay temas de conflicto como el del amianto, pero sobre eso justamente ayer hubo una audiencia donde la empresa presentó un plan para desamiantar, un plan médico para los trabajadores, toda una serie de exigencias que nosotros estábamos planteando. Entonces no había ningún motivo en ese momento (no sé mañana o dentro de dos meses) para ir a un conflicto. También hubo una discusión con la apertura de las nuevas estaciones de la Línea E, porque Metrovías y Sbase pretenden que no haya boleteros, por lo que ya hubo una serie de audiencias y tenemos otra el viernes. Pero se trata de temas administrados y discutidos por los que a nadie se le había ocurrido que había que ir a algún tipo de protesta inmediata».
En cuanto al tema del asbesto, un material cancerígeno, el dirigente confirmó que la empresa, después de resistirse a aceptar la denuncia del gremio, finalmente reconoció el problema y asumió compromisos para eliminarlo de los sectores identificados de la línea B, al tiempo que se hicieron planes para seguir buscando la existencia del material en otros lugares aún no descubiertos. También se aceptó la implementación de un plan de vigilancia médica para unos 450 trabajadores y la necesidad de un vestuario especial para algunos sectores, entre otros reclamos gremiales. Respecto de la cuestión de las nuevas estaciones sin boleteros, Pianelli señaló: «Este no es un tema nuevo. La tecnología se utiliza al servicio del capital y no de la sociedad, entonces se liquidan puestos de trabajo en vez de hacer que la gente trabaje menos. Hay menos gente que trabaja más y en vez de que la tecnología ayude al bienestar de la mayoría, ayuda al de unos pocos. Pero eso ya lo sabemos y lo hemos enfrentado».
Y, volviendo a la confusa medida de fuerza de esta mañana, afirmó que el gremio no fue «corrido por izquierda» sino que se trató de una «corrida por derecha». Y agregó: «Nosotros hemos hecho un sindicato donde las decisiones se toman en forma colectiva. Acá antes de cada medida se discute mucho. Y hace muchos años venimos construyendo una relación con los usuarios y tratamos de afectarlos lo menos posible. El año pasado tuvimos un largo conflicto de cuatro meses donde hicimos una cantidad de paros, pero eran paro de una hora, rotando las líneas, rotando los turnos. Y antes del paro hacíamos apertura de molinetes y en los días previos le informábamos a la gente. Nos tomamos todo el tiempo necesario para no pelearnos con los usuarios». «Así el paro de esta mañana se trató de la decisión de un grupo muy pequeño de compañeros. Fue una medida alocada, sin motivos claros y de espaldas a todos los trabajadores del subte», insistió.
Para explicar que una pequeña cantidad de trabajadores haya podido paralizar durante un tiempo tres líneas de subte, el gremialista señaló: «Si baja un perro al subte o alguien se mete en la vía el subte se detiene, a veces durante más de una hora. Lo que no se puede es sostener algo así en el tiempo. Acá la situación es la misma, estamos hablando de 8 o 9 personas, 12 con las personas que podían estar afuera. Por eso se demoró una hora y media en dar servicio. No hay forma de sostenerlo. Se trata de un grupo reducido que recibió el repudio de todos los trabajadores. Esto no es la primera vez que pasa, sólo que otras veces no lo hemos dicho públicamente. Pero esta vez nos vimos obligados a hacerlo público porque no solamente hacen este daño en la relación que tenemos con los usuarios sino también con los trabajadores, porque nuestros propios compañeros saben que no hubo ninguna asamblea, que nadie los consultó, que nadie discutió este tipo de medidas. Esto es lo que más daño hace».
«Por eso también hace años que hemos abandonado los paros sorpresivos. Otra cosa era en los 90, cuando las empresas despedían y vos te defendías como podía. Otra cosa es cuando vos podés administrar el conflicto, cuando vos tenés una densidad de organización y un respeto por parte de las empresas como para poder discutir de esta manera. Nosotros en un momento hacíamos paros sorpresivos o nos tirábamos a las vías, pero eso hace mucho que no sucede porque no hay necesidad de que suceda», concluyó Pianelli.